EXPUESTAS. Villón señala que trabajadoras de Las Cucardas no tienen experiencia trabajando en las calles ni enfrentando a organizaciones criminales. 
Foto: Javier Zapata.
EXPUESTAS. Villón señala que trabajadoras de Las Cucardas no tienen experiencia trabajando en las calles ni enfrentando a organizaciones criminales. Foto: Javier Zapata.

¿Cuál es la percepción de las trabajadoras sexuales tras el cierre de Las Cucardas?

Nosotras recibimos la problemática cuando las compañeras nos dijeron que estaban en estado de precariedad porque les habían cerrado el único lugar que tenían para trabajar. Recordemos que hay diferentes modalidades de trabajo sexual, y ellas pertenecen a una modalidad de salón. No están acostumbradas a lidiar en la calle. Para ellas ha sido algo muy chocante. No es que salieron a las calles de inmediato, sino que han estado esperando que abran el local. Pero eso no sucedió. Empezaron a llegar las cuentas y se desesperaron. Esto también ocurre porque ninguna ha sido víctima de trata. Estamos hablando de mujeres libres que decidieron el ejercicio del trabajo sexual. Entonces, empezar a lidiar con las mafias era muy peligroso para ellas porque no tenían cancha.

¿Qué le están solicitando al Congreso como organización? ¿Qué recepción han tenido sus requerimientos?

Hay una mano negra sobre esto (el cierre de Las Cucardas). Huele a vicios de corrupción. Nos cerraron haciendo abuso de poder a pesar de que teníamos todas las licencias y los permisos en regla. Pero la Municipalidad de Lima se zurró en todo, e inclusive pasó por encima de las normas legales, porque el objetivo era cerrarnos, ya que al frente de nuestro local hay una inmobiliaria que se llama Imagina, que está haciendo un gran complejo habitacional y ahora nosotras les somos incómodas (…) ya se debieron levantar todas las observaciones pero aún continúa el cierre. Tenemos más de un mes que no podemos trabajar y seguimos en bandeja de plata ante las mafias debido a la situación en la que nos ha colocado la Municipalidad de Lima. Hemos tenido que ir a las calles, donde no tenemos garantía ni seguridad para el ejercicio de nuestro trabajo.

¿Qué es lo que ha hecho la Policía para frenar o reducir la violencia y explotación contra las trabajadoras sexuales?

Cuando nosotros empezamos a denunciar, la Policía no solamente no hizo nada, sino que también formaba parte de (ello), porque recibían (dinero). Y no estoy hablando de todos los policías pero sí algunos malos elementos policiales. Se lo tomaron en serio cuando mataron a dos ecuatorianas en Zepita, en febrero en 2022, porque ocurrió en pleno Centro de Lima. Ya habían matado a varias pero en zonas marginales. Nunca en el Centro de Lima. Entonces, cuando ya lo vieron de cerca, recién tomaron cartas en el asunto.

¿Hay menos amenazas para las trabajadoras que ofrecen servicios sexuales a través de las redes sociales?

Las mafias te ubican a través de la promoción y la primera mafia que te ubica es la Policía. Van a la cita y muchos de ellos se identifican y te obligan a tener relaciones sexuales a cambio de que te dejen seguir trabajando. También puede pasar que, cuando vienen las mafias, la chica tiene que cambiarse inmediatamente del lugar y también de números de celular porque mediante ellos se promocionan.

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