Por: Carlos Rivero

“Estoy caminando hasta por los cerros para buscarlo. Ya no sé a dónde ir”. Julia Uchiri Tite está destrozada, el mayor de sus siete hijos ha desaparecido hace varios días. Ella y su esposo dejaron su natal Azángaro, en Puno, para viajar a en busca del cabo EP Wilber Árnol Carcausto Uchiri (22), quien prestaba servicio militar voluntario en el Regimiento de Caballería N° 211 del cuartel Tarapacá. Ellos creen que algo malo le ocurrió en el cuartel.

El 10 de mayo, Día de la Madre, el soldado no llamó a Julia para saludarla. Al día siguiente el celular de la mujer sonó, pero no era su hijo. Era una llamada del cuartel para informarle que Wilber había abandonado las instalaciones a escondidas.

MIRA: Micaela Rizo Patrón: “Como país, tenemos muchas brechas que cubrir”

Según el Ejército, la noche de ese domingo se efectuó la revisión de todo el personal y se percataron de la ausencia del cabo. Por ello, avisó a los familiares de esta situación, asegurándoles que Wilber había desertado.

SUEÑO MILITAR

Wilber Carcausto cumplía el servicio militar desde enero del 2019. Su sueño era ser militar o policía. Por eso, su familia duda que el joven haya desertado. “Él es cumplido y respetuoso. Siempre me decía que le gustaba el cuartel aunque a veces nos comentaba que sufría abusos. Eso me hace pensar que le pueden haber hecho algo malo y lo están ocultando. Si eso ocurrió, quiero que me lo digan”, señala a Perú21 su padre Teófilo Carcausto Mamani.

Marilú Quispe Carcausto, prima del soldado, que vive en Tacna, también recibió una llamada desde el cuartel para informarle de esta situación. Ella, por recomendación de los padres, denunció la desaparición ante la comisaría La Natividad. “Su celular estaba en el cuartel. ¿Cómo alguien se va sin su teléfono?”, sostuvo.

Julia y Teófilo se preocuparon y decidieron viajar a Tacna, pero no iba a ser fácil porque el transporte interprovincial está prohibido por la pandemia. “Caminamos todo un día desde Azángaro hasta Juliaca. Ahí tomamos un carro e hicimos transbordos”, cuenta la madre.

Finalmente, llegaron a la Ciudad Heroica el 13 de mayo. Desde esa fecha, recorren a diario diversos puntos de la ciudad y hasta suben a los cerros para buscar a su hijo.

“Quizás por allá lo han botado. No me canso de buscar porque quiero encontrarlo. Con mi esposo camino bastante y hemos pegado en postes papeles con la foto de mi hijo. Estamos viviendo en un cuarto alquilado por mi sobrina, no tenemos ni para comer y por eso pido limosna en las calles. Solo quiero encontrar a mi Wilber para regresar a Puno. ¿Qué madre no va a llorar por su hijo?”, nos cuenta inconsolable Julia Uchiri, quien se aferra a su fe para hallar a su hijo.

Algunas personas del distrito de Gregorio Albarracín, donde por ahora vive la pareja, y que saben del drama por el que les toca pasar, los ayudan con alimentos.

Teófilo, en tanto, sostiene que desde Azángaro sus hijos lo llaman todos los días para saber si han encontraron a su hermano mayor. “Los más chicos son los que lloran”, agrega.

INVESTIGACIÓN

El último miércoles, representantes de la Fiscalía Provincial Penal Corporativa de Tacna, y agentes del Departamento de Homicidios de la Policía Nacional llegaron hasta el cuartel como parte de la investigación de este caso.

Inspeccionaron varios ambientes como la cuadra de la caballeriza donde queda el dormitorio del cabo, los baños, el almacén y el área colindante con el Cerro Arunta, para recabar indicios de un presunto delito. ¿Qué pasó con Wilber?

DATOS

  • La última vez que Wilber Carcausto Uchiri viajó a Azángaro, Puno, para visitar a sus padres, fue en el mes de enero.
  • El servicio voluntario del cabo en el cuartel Tarapacá de Tacna culminaba a fin de año.

VIDEO RECOMENDADO

TAGS RELACIONADOS