A lo largo de la historia, los incendios forestales han representado una grave amenaza para los ecosistemas y las comunidades humanas.
Actualmente, en el país existen más de 100 incendios forestales activos, lo cual está provocando la devastación de grandes áreas de biodiversidad y la pérdida de vidas humanas. En esta nota te contamos cómo se originan estos incendios.
¿Cómo se originan los incendios forestales?
Uno de los factores principales es el cambio climático, que intensifica la frecuencia y alcance de los incendios.
Las sequías prolongadas, las altas temperaturas y la vegetación seca crean las condiciones perfectas para que el fuego se propague rápidamente.
En muchas áreas, la falta de humedad en el suelo lleva a que las plantas emitan etileno, un gas altamente inflamable, lo que aumenta la vulnerabilidad de la vegetación ante cualquier chispa.
Además, aunque los factores naturales facilitan la aparición de incendios, la realidad es que la mayoría de ellos son causados por la acción humana.
Los incendios intencionados, que pueden surgir por quemas agrícolas ilegales, actos de vandalismo o piromanía, son una de las principales causas.
En algunos casos, los responsables buscan regenerar pastos, ahuyentar animales o incluso provocar destrucción por especulación urbanística.
Además, la negligencia juega un papel importante: habrían causado un 26% de los incendios en el mundo.
Actividades como quemas controladas que se salen de control, colillas de cigarro mal apagadas o fallos en líneas eléctricas pueden desencadenar incendios forestales de gran magnitud.
¿Cuáles son los efectos de los incendios forestales?
Este fenómeno, que puede consumir vastas extensiones de terreno en cuestión de horas, tiene efectos graves a nivel ambiental y social.
Los incendios forestales no solo eliminan especies vegetales y animales, sino que también contribuyen al cambio climático al liberar grandes cantidades de dióxido de carbono a la atmósfera.
Además, la contaminación del aire afecta la salud de miles de personas, y las comunidades cercanas a las áreas forestales enfrentan riesgos como la pérdida de propiedades y medios de vida.