AYUDABA A POLICÍAS. 'Raulito' participó en diferentes operativos en contra de los terroristas que están al mando de los Quispe Palomino. (Perú21)
AYUDABA A POLICÍAS. 'Raulito' participó en diferentes operativos en contra de los terroristas que están al mando de los Quispe Palomino. (Perú21)

El último miércoles, una columna de asesinó a dos colaboradores eficaces en Ayacucho. Según la versión oficial, la emboscada ocurrió en medio de un operativo en el que un equipo de la y iba junto a los terroristas arrepentidos ‘Raulito’ y ‘Luciano’ para convencer a un grupo de supuestos desertores que querían entregarse.

Perú21 accedió a datos oficiales así como a la versión de un colaborador de la PNP que participó en el operativo. Esta es la historia de cómo un terrorista (‘Cirilo’) mató a su propio hermano (‘Luciano’). El operativo donde ocurrieron estos hechos es investigado por la Inspectoría de la Policía para determinar si existe alguna responsabilidad de parte de los agentes involucrados.

LO ACRIBILLARON

‘Raulito’ había sido un subversivo, convertido en colaborador de la Policía desde 2017; su cuerpo ahora es velado en Pichari tras haber recibido más de siete balazos en el enfrentamiento. En enero de este año, ‘Raulito’ había conseguido comunicarse con familiar que pertenecía todavía a un pequeño grupo sedicioso que se había apartado de las órdenes del alto mando de Sendero llamado ‘Antonio’.

Altos mandos del Militarizado Partido Comunista del Perú.
Altos mandos del Militarizado Partido Comunista del Perú.

El joven colaborador recibió la información de que debido al periodo lluvioso del Vraem, ‘Antonio’ había dejado de perpetrar ataques armados y se concentró en actividades de producción de alimentos para su organización. Por ello, se generó el descontento de unos miembros de su columna, que decidieron apartarse para efectuar, por cuenta propia, atentados contra nuestras fuerzas del orden.

El cabecilla de ese pequeño grupo era ‘Cirilo’, quien llegó hasta la localidad de Sivia (Ayacucho) con la intención de reglar la comisaría y atentar contra la vida de los policías. Mientras esto ocurría, miembros de la Marina interceptaron comunicaciones entre ‘Antonio’ y ‘José’, el máximo cabecilla del Militarizado Partido Comunista del Perú. En la conversación, ‘Antonio’ recibió las órdenes de ubicar al grupo de ‘Cirilo’. Esto hizo pensar a las fuerzas combinadas del Vraem que se trataba de un grupo de desertores. Por eso pusieron en marcha un gran operativo para capturarlos. Para ello contaron con la participación de ‘Raulito’ y de otros colaboradores.

‘Raulito’ continuó comunicándose con su familiar (hermano) y junto a otro exterrorista lograron ubicar a la columna de ‘Cirilo’. El grupo estaba conformado por unas diez personas completamente armadas. Ellos indicaron a los colaboradores que no habían desertado. Eso causó una gran preocupación en ‘Raulito’ y compañía. Se sintieron en peligro, pues ‘Cirilo’ les dijo que la organización terrorista sabía que ayudaban a la Policía.

Después de horas de conversación, ‘Cirilo’ les pidió dinero y el acompañante de ‘Raulito’ accedió al pedido, pero que debía ir a la ciudad para recogerlo. De esa manera, lograron convencer a ‘Cirilo’ para que cuatro de los senderistas vayan a Sivia y, así, puedan asegurarse de que los colaboradores cumplirían con lo dicho. Según la versión de un informante, en lugar de ir a Sivia, el conductor del vehículo que los transportaba (un colaborador) se desvió a Pichari (Cusco), donde la Policía los esperaba para capturar a los subversivos.

'Raulito' junto a un militar en entrenamiento táctico.
'Raulito' junto a un militar en entrenamiento táctico.

EXTRAÑA CONFUSIÓN

Esta versión contradice lo que el Comando Conjunto comunicó el 21 de febrero, donde se asegura que los terroristas ‘Wilder’, ‘Martín’, ‘Mauro’ y ‘Luciano’ –este último era hermano de ‘Cirilo’– se habían entregado voluntariamente. Cuando llegaron a Pichari, la Fiscalía del Vraem dispuso el desplazamiento de los detenidos a Huamanga (Ayacucho) y encargó su seguridad a la Policía.

Comunicado oficial del Comando Conjunto.
Comunicado oficial del Comando Conjunto.

Días después, ‘Raulito’ recibió la comunicación de ‘Roger’, uno de los terroristas del grupo de ‘Cirilo’. ‘Roger’ aseguró que se quería entregar junto a otros de sus secuaces. Inmediatamente, ‘Raulito’ informó a las fuerzas combinadas del Vraem. Un general PNP de la zona, a quien todos conocen como ‘Ocho’, coordinó el operativo y tuvo conocimiento de que enviarían a ‘Raulito’, a ‘Luciano’ –que era menor de edad– y a dos colaboradores más para que se encontraran con ‘Roger’.

El plan era salir en dos camionetas: en una iban ‘Raulito’ y ‘Luciano’ y en la siguiente, los otros dos. Ambos equipos contaban con la presencia de policías y militares.

Al llegar al punto de encuentro, ‘Roger’ estaba solo, subido en una loma. Él llamó a ‘Raulito’ para conversar, pero en cuanto se acercó, lo acribillaron. En ese momento empezó una balacera entre los terroristas y las fuerzas del orden. El enemigo logró herir y capturar a ‘Luciano’, pero no lo ejecutaron de inmediato. ‘Roger’ lo llevó ante ‘Cirilo’, su hermano mayor. Este último sabía que SL lo acusaría de desobediencia y lo haría responsable de la pérdida de cuatro de sus miembros; por lo tanto, habría consecuencias graves. Por ello, para demostrarle al cabecilla terrorista ‘José’ que aún era fiel a sus órdenes, ‘Cirilo’ indicó que mataran a su propio hermano. ‘Roger’ le disparó 13 balas y ‘Luciano’ cayó muerto en el acto.

La vida de ambos estaba bajo la responsabilidad de la Policía. ¿Se pudo haber evitado? Pronto se sabrá.

Camioneta incinerada tras enfrentamiento entre las fuerzas combinadas y una columna terrorista.
Camioneta incinerada tras enfrentamiento entre las fuerzas combinadas y una columna terrorista.

¿SABÍA QUÉ?

- Fuentes especializadas de la PNP consideraron que no se puede exponer la vida de dos colaboradores en un operativo tan peligroso en el Vraem, pues, los asesinados estaban bajo la responsabilidad del Estado y ‘Raulito’ ya había recibido amenazas de muerte.

- Oficiales de alto rango señalaron que hay más de una unidad policial y militar que serían responsables de las muertes, ya que estas se pudieron evitar con una mejor planificación operativa.

- “Si yo tengo un colaborador amenazado, nunca lo voy a meter de esa forma. Es arriesgarlo. Así no se hacen las cosas” comentó una fuente experta.