El sindicato de maestros está lotizado. Hoy, el dirigente de una de esas facciones, , convoca, una vez más, a una huelga nacional indefinida. Su objetivo es acabar con la reforma impulsada por el .

Castillo es dirigente del Conare, la facción que desde la perspectiva senderista busca la reorganización y reconstitución del Sindicato Único de Trabajadores en la Educación del Perú (Sutep). Investigaciones policiales vinculan a Castillo con el organismo que busca la amnistía del genocida de Sendero Luminoso (SL), Abimael Guzmán. Por eso, a este grupo se le conoce como el Conare-Movadef.

El pasado 6 de junio, en una entrevista con Perú21, Castillo intentó negar sus vínculos con el Movadef. Sin embargo, la realidad lo delata. Su hermana, Maria Doraliza Castillo Terrones, figura como adherente al Movadef en las listas que esta organización entregó a la ONPE en 2013. Además, el dirigente político que impulsó la elección de Pedro Castillo como presidente del comité de lucha de la facción que ahora lidera, Lucio Ccallo Ccallata, es identificado por la Dircote como militante del Movadef.

Los senderistas, escondidos ahora detrás de Movadef, se esfuerzan en petardear la reforma magisterial, usan ese caballito de batalla para derrocar al Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del Sutep que desde 1972 es controlado por el Partido Comunista del Perú Patria Roja.

Extremistas detrás del Sutep quieren copar el sindicato de maestros
Extremistas detrás del Sutep quieren copar el sindicato de maestros
Extremistas detrás del Sutep quieren copar el sindicato de maestros
Extremistas detrás del Sutep quieren copar el sindicato de maestros

ANTECEDENTES

El Sutep tiene 46 años de historia. Nació bajo la premisa de la unidad. En los años sesenta el sindicato magisterial estuvo bajo liderazgos diferentes.
La primera gran agrupación de maestros nació en 1959 con el nombre de Federación Nacional de Educadores del Perú (FENEP). En esta organización, el Partido Aprista (Apra) y el Partido Comunista Unidad se disputaban la dirigencia. A la FENEP también se asociaron los partidos liberales de la época: Acción Popular y Democracia Cristiana.

Un año después, en 1960, la FENEP convocó a su primera huelga nacional, que duró desde el 20 de setiembre hasta 23 de octubre de ese año. Según los registros del magisterio, participaron más de 50 mil maestros.

También, en 1960, se creó el Sindicato de Profesores de Educación Primaria (SINPEP), y en 1963 el Sindicato de Profesores de Educación Secundaria, de Educación Técnica y de Educación Física (SINPES). Estos grupos eran entonces controlados por los apristas.

Pero la lucha constante de los partidos de izquierda por liderar el magisterio nacional resquebrajó la FENEP. En 1964 los sindicatos apristas inician un paro de 48 horas contra el gobierno de Fernando Belaunde y desconocieron la autoridad de la FENEP.

En 1965, la Federación Nacional de Educadores del Perú convocó a una huelga magisterial para que Belaunde aumente los sueldos. Sin embargo, la medida de fuerza no tuvo resultados y el gobierno congeló las remuneraciones de los maestros. Esta situación terminó con la FENEP.

En 1966, la izquierda maoísta ya se había hecho del magisterio, y constituyó el primer Frente Clasista Magisterial (FCM). Este grupo estuvo liderado por Germán Caro Ríos, militante del Partido Comunista Peruano Bandera Roja.
Cuatro años después, en 1970, se creó el Comité Magisterial de Unificación y Lucha (COMUL), que en los archivos de la educación es considerado como la antesala al Sutep porque buscaba la unión de todos los sindicatos bajo el liderazgo maoísta.

En 1971, la dictadura de Juan Velasco detuvo y deportó a España a su líder magisterial Julio Armacanqui. Ante esta situación, los maestros del interior del país convocaron a reuniones con el fin de impulsar sus bases en las regiones. Así nació el Sindicato Único de Trabajadores de la Educación (SUTE).

El 6 de julio de 1972, los gremios que representaban a los maestros en Lima y las regiones formaron el Sutep. Al principio convivieron en el sindicato apristas, acciopopulistas e izquierdistas, pero la hegemonía la ejerció el Partido Comunista del Perú Patria Roja que, con el tiempo, desplazó a las demás organizaciones bajo el liderazgo de Horacio Zeballos.

PATRIA ROJA

“Entre 1972 y 2000 Patria Roja cometió el error de monopolizar la dirección del Sutep y no trabajó en una perspectiva de frente sindical. Tomó todos los cargos, todas las responsabilidades sindicales, y no tomó en cuenta la representación plural del magisterio, lo cual ha sido un error”, reflexiona el profesor Idel Vexler, ex militante del movimiento de izquierda Vanguardia Revolucionaria y ex ministro de Educación.

Para 2002, el Sutep agrupaba alrededor de 300 mil maestros a nivel nacional. Pero no todos estaban contentos. Ese año la facción más extrema tomó la decisión de separarse y agrupó el sentimiento anti-Patria Roja en el Conare-SUTE, el Comité Nacional de Reordenamiento y Reconstitución.
Pero en Conare también se desató la lucha por el poder. Y en 2006 terminó dividiéndose.

Así surgió el grupo liderado por Robert Huaynalaya, el dirigente radical identificado por la Policía como militante de Proseguir, la facción de Sendero Luminoso que reivindica el pensamiento Gonzalo y aún cree en la lucha armada. Actualmente, los profesores que integran este grupo son fervientes seguidores de los terroristas que están en el Vraem siguiendo las órdenes de los Quispe Palomino.

Los opositores a Huaynalaya también son senderistas. A estos se les identifica como los ‘Acuerdistas’ y poco a poco se les comenzó a vincular con el Movadef. Ellos ya no creen en la lucha armada, pero sí en la violencia política y centran sus esfuerzos en conseguir la amnistía del genocida Abimael Guzmán.

Ahora, dentro del magisterio, hay dos facciones de SL: Conare Proseguir y Conare Movadef, unos tan radicales como los otros. Ambos tienen como objetivo ser reconocidos por el Ministerio de Trabajo.

Desde 2007, ambas facciones idearon estrategias distintas para sobrevivir. Proseguir se instituyó en las regiones y buscó reconocimiento de las bases de maestros. Actualmente controlan Junín, Huancavelica y el norte de Lima.
Por su parte, el Movadef se hizo fuerte en Puno, Apurímac Tacna y Ayacucho. El resto de regiones aún son controladas por Patria Roja, excepto Cusco.

En la capital histórica del Perú, el control del magisterio lo tiene otro grupo radical, vinculado también a Sendero Luminoso, al que se le conoce como Puka Llacta. Los maestros del Cusco se agrupan en el SUTER y son liderados por Ernesto Meza Tica. En junio de 2017, durante la huelga, fueron protagonistas de la toma del aeropuerto Alejandro Astete. El Ministerio del Interior denunció por daños a la propiedad pública a los dirigentes Ruth Baez, Wilfredo Idme y Ernesto Meza. Esto pasaba mientras Pedro Castillo fingía desmayos en las calles de Lima.

“Pedro Castillo dice que no tiene ninguna militancia que tenga que ver con SL o con sus facciones, pero es apoyado por ellos”, señala Olmedo Auris, ex secretario general del Sutep.

El paro convocado por el ala del Conare encabezada por Castillo ocurre el día previo al cierre de las inscripciones de los partidos y las agrupaciones para postular a las elecciones municipales y regionales. Los maestros deberían reflexionar y preguntarse qué se juegan sus dirigentes en esta huelga. ¿Acaso los usan para medir fuerzas y negociar cupos en las listas electorales?

LA REFORMA

- En azul. El 99.4% de maestras de nivel inicial aprobó la evaluación de desempeño docente en el marco de la reforma magisterial.
Para arriba. 27,963 profesores evaluados han ascendido de nivel en la escala meritocrática.

- En 2018. Los profesores contratados representan el 44%, y los nombrados el 56%. Todos estos logros quiere petardear Castillo.

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