¿Si me dio COVID-19 cuánto tiempo tendré inmunidad? Debido a ola de contagios por la variante ómicron, las personas que se han recuperado, ahora se preguntan cuánto tiempo estarán protegidas por los anticuerpos que ha generado su organismo. Aquí te damos la respuesta.
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Está claro que la inmunidad de la infección y la que otorga la vacuna no son eterna, por eso es importante la dosis de refuerzo. Esto reduce que la posibilidad de que una eventual reinfección sea leve.
Solo el 27 % de la población peruana cuenta con la tercera dosis de la vacuna contra la covid-19 a pesar de las diversas campañas que desarrolla dicha institución para que las personas acudan a seguir protegiéndose, de acuerdo con la información Ministerio de Salud (Minsa). Esto se debe también a que muchas personas están contagiadas o están acaban de salir de la infección y esperan los días determinados para poder aplicarse la dosis de refuerzo contra el COVID-19.
La inmunidad que genera la persona después de haber contraído COVID-19 es de un promedio de tres meses. Después de ese periodo aumenta la posibilidad de una reinfección, de acuerdo con lo que indicó Luis Pampa, infectólogo del Instituto Nacional de Salud (INS), a la agencia Andina.
Explicó que esto se debe a la duración de los anticuerpos que, luego de 90 días, empiezan a decaer tanto en la inmunidad humoral como celular, que se encargan de defender al cuerpo frente a los patógenos.
El tiempo de espera para la vacunación depende de cómo te afectó el virus, de acuerdo con el Instituto Nacional de Salud (INS):
Sí. El doctor David Goldberg, internista y especialista en enfermedades infecciosas de NewYork-Presbyterian Medical Group Westchester, indicó que “es importante vacunarse si ha tenido COVID-19 y hacerlo en el momento adecuado para que sea lo más eficaz posible”. Destacó que hacerlo, además, de protegerse a uno mismo, se protegerá a la familia, amigos y ayudará a mantener el rumbo para poner fin a esta pandemia.
Ómicron es 70 veces más contagiosa que otras variantes calificadas de preocupación por la OMS. Esto se debe a que sus mutaciones permiten que el virus entre más fácil en las células humanas y se vuelve más contagioso. Es como, por ejemplo, cuando hacemos una llave nueva y cuesta más abrir la puerta, pero, con el uso, la llave se va afinando. El objetivo es contagiar más para convertirse en patógenos endógenos, es decir, quedarse con nosotros para siempre.