El Hospital Nacional Edgardo Rebagliati Martins de atendió en el año que termina cerca de 10 mil casos por emergencia entre y no covid (diversas patologías), más de 2 mil cirugías y 39 trasplantes exitosos, de hígado y riñón. Asimismo, han brindado -ante el crecimiento de la demanda- tratamientos terapéuticos de endoscopia para hemorragias digestivas y alergias alimentarias.

Dentro de los diversos diagnósticos que son referidos de todo el país al Hospital Rebagliati, se encuentra el síndrome del intestino corto, que es una falla intestinal quirúrgica o patológica que bloquea la absorción natural de los nutrientes alimentarios, debido a que el intestino delgado es más corto.

Este problema se presenta mayormente en bebés prematuros que nacen con alguna comorbilidad como la enterocolitis necrotizante, atrofias duodenales intestinales y gastrosquisis. Pero también, se dan en bebes que nacieron a término.

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El Dr. Alex Delgado, coordinador de la Unidad de Gastroenterología Pediátrica del nosocomio explica que, para superar esta enfermedad, los prematuros tendrían mayor ventaja que los bebes a término. La razón es que por haber nacido antes, su intestino delgado aún puede seguir desarrollándose y de ese modo cuentan con mayor capacidad de adaptación para la absorción de nutrientes.

Asimismo, apunta que existe un equipo multidisciplinario de profesionales para tratar las fallas intestinales a través de la nutrición y la cirugía. También, señala que este complejo diagnóstico conlleva, en algunos casos, al desarrollo de enfermedades secundarias como la osteopenia, raquitismo, neuropatías, problemas dermatológicos, entre otros, que son provocadas por la mala absorción de macro y micro nutrientes.

Tratamiento del fallo intestinal y potenciales mecanismos de estimulación

El vocero de EsSalud manifestó que primero se realiza una evaluación para luego proceder al tratamiento que consta de tres fases.

La primera fase consta del manejo del disturbio hidroelectrolítico, que consiste en suministrar los líquidos necesarios; así como, el aporte del NPT (nutrición parenteral) con fórmulas especiales que el cuerpo del paciente necesita ya que la principal carencia es la mala absorción de nutrientes.

Cuando el paciente se encuentra estabilizado, se inicia la nutrición enteral según el flujo de heces que sea menor de 40 a 50 cc por kilo. Asimismo, con este tipo de nutrición y secreción intestinal se debe adaptar e incrementar el trofismo intestinal, el estímulo y la liberación de hormonas en vellosidades que puede durar 2 meses hasta 2 años.

Finalmente, los galenos dan la indicación de entrar a un proceso de rehabilitación que puede ser orofacial, prevención del déficit de vitamina liposoluble y tratar las consecuencias o efectos secundarios que se puedan desarrollar en el camino.

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