Recientes secuestros de ciudadanos extranjeros en nuestro país pusieron en alerta a la Policía, que –luego de una minuciosa investigación– descubrió que tras estos hechos estaba una organización criminal que captaba a sus víctimas a través de Facebook. La banda las hacía venir al Perú y las privaba de su libertad hasta que sus familiares pagaran fuertes sumas de dinero. Una mujer ha sido detenida.
Según un oficial de la División de Investigación de Secuestros (Divise) de la Dirincri, los delincuentes operaban con el ‘cuento del negocio’. Se trata de una nueva modalidad de plagio que consiste en captar a personas de nivel socioeconómico medio, pequeños empresarios y profesionales.
Luego de ganarse la confianza de sus víctimas, las convencían de viajar al Perú para iniciar un rentable negocio.
Cuando estas llegaban al Aeropuerto Internacional Jorge Chávez, eran recibidas por un supuesto administrador. Debido a que los ‘negocios’ eran en la selva, estas accedían a viajar al interior del país.
A su llegada, los agraviados eran secuestrados. Luego, los obligaban a que ellos mismos llamen a sus familiares para decirles que estaban cautivos y que depositen dinero a ciertas cuentas bancarias.
Una vez que los plagiarios recibían el monto exigido, dejaban libres a los extranjeros, informó el oficial de la Divise.
Uno de estos casos ocurrió en marzo de 2016. Un comerciante colombiano llegó a Lima para concretar la venta de un lote de harina de pescado con unos supuestos comerciantes peruanos que lo habían contactado por Facebook.
En el terminal aéreo fue recibido por un sujeto y ambos abordaron un vuelo a Pucallpa, donde el extranjero fue secuestrado. Después de unos días, los hampones se comunicaron con los familiares del empresario y les pidieron 200 mil euros para dejarlo en libertad.
Afortunadamente, el ciudadano colombiano pudo escapar de sus captores y regresar con vida a su país.
En tanto, en setiembre de este año, el paraguayo Jorge Santacruz Frutos fue secuestrado bajo la misma modalidad. Los maleantes lo llevaron a Tarapoto y pidieron US$50 mil para liberarlo.
Sus familiares solo depositaron S/5 mil. Días después, la Policía encontró al extranjero en la citada ciudad de la selva del país y también detuvo a un sospechoso.
Las investigaciones continuaron y agentes de la Divise detuvieron el último miércoles a Amanda Echevarría (61), presuntamente implicada en el secuestro del paraguayo Santacruz Frutos.
Ella fue capturada cuando salía de su vivienda en Villa María del Triunfo. La Policía está tras los pasos de otros dos hampones que habrían participado en el plagio de un ciudadano brasileño.