De terror lo que acaba de suceder en la provincia de Chiclayo, Lambayeque, donde un joven ingeniero fue encontrado ahorcado con un cable de luz dentro de su propia vivienda.
Por más de que los delincuentes quisieron hacerlo pasar por un suicidio, el jefe de la División de Investigación de dicha ciudad, el coronel PNP Wilson Bernabé, negó tales suposiciones.
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Esto debido a que, según los peritos de criminalística que estudiaron la escena del crimen y las fuertes marcas alrededor del cuello de Carlos Alberto Nazarí, habían signos de violencia.
Por ello, la Policía ahora maneja dos hipótesis para el asesinato del joven ingeniero de 34 años: lo ahorcaron porque no se dejó robar su vivienda o todo fue por algún ajuste de cuentas.
Sobre esta última teoría y según testificó la familia, hace cinco años, la víctima ya había sido atacada por dos ciudadanos extranjeros que, en represalia, le desfiguraron toda la cara.
Por todo lo expuesto, los familiares y los amigos de Nazarí le exigieron a las autoridades que este crimen se investigue y que se sancione con todo el peso de la ley a los autores del delito.
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