Un voraz incendio forestal arrasó con, al menos, 607 hectáreas de pastizales y bosques de pino y eucalipto en el distrito de Maranganí, provincia de Canchis, en Cusco.
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Este incendio, uno de los primeros de la temporada de sequía, ocurrió en la comunidad de Ocobamba y fue controlado el jueves 6 de junio por pobladores, la policía, bomberos y miembros de serenazgo.
La evaluación de daños, realizada por la Oficina de Gestión de Riesgos del Distrito de Maranganí, reveló la pérdida de 607 hectáreas de cobertura vegetal y la destrucción de 5,800 árboles, entre pinos y eucaliptos.
El humo y las cenizas afectaron a los habitantes de la zona, aunque afortunadamente no se reportaron daños personales. El equipo técnico y el grupo de trabajo de la Plataforma de Defensa Civil, junto con autoridades locales, recibieron herramientas del Gobierno Regional para combatir el fuego, como mata fuegos, rastrillos y palas forestales.
La policía de Maranganí ha iniciado una investigación para determinar la causa del incendio y encontrar a los responsables de esta catástrofe ambiental.
Simultáneamente, otro incendio forestal se desató en las faldas del cerro Jururo, en el sector alto Pichasani de Sicuani, también en la provincia de Canchis.
Este incendio, que se presume fue provocado por un vecino, fue controlado a tiempo pese a las corrientes de viento que dificultaron las labores de extinción. Brigadas de serenos, policías, bomberos y pobladores trabajaron arduamente, incluso utilizando extintores para sofocar las llamas.
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