Según el Ministerio de Energía y Minas, actualmente en Perú hay alrededor de 300 minas en operación y 51 proyectos de construcción minera en espera, con una inversión proyectada de cerca de 60 mil millones de dólares (MINEM). Además, conforme al último Boletín Estadístico Minero (BEM), hasta mayo, la minería ha alcanzado 232,288 puestos de trabajo.
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Esta industria configura una de las más importantes del país. Sin embargo, debido a la naturaleza de sus actividades, presenta múltiples factores de riesgo que deben ser observados y gestionados de manera adecuada. Según el último BEM, hasta mayo se han contabilizado 10 accidentes mortales en el sector, lo que obliga a las compañías mineras implementar medidas preventivas efectivas para proteger la vida de los trabajadores y garantizar la integridad de las operaciones.
En este contexto, Geraldine Nuñez, supervisora SSOMA de Tgestiona, empresa que busca asegurar el óptimo funcionamiento de los espacios de trabajo y que presta servicios de gestión a campamentos mineros, comparte cuatro aspectos a tener en cuenta para prevenir accidentes en la operación:
Planificación y diseño de campamentos: Un diseño adecuado de los campamentos puede influir positivamente en la seguridad de los trabajadores. Aspectos como la accesibilidad, distribución de zonas de trabajo, y la ingeniería de los espacios pueden reducir riesgos físicos, químicos y ergonómicos. Además, es vital contar con una planificación que contemple respuestas eficientes ante emergencias.
Normativas y capacitación: Cumplir con la normativa clave es esencial para garantizar la seguridad en estos sectores. En Perú, esto incluye el Reglamento de Seguridad y Salud Ocupacional en Minería. Asimismo, según la normativa peruana, los trabajadores deben recibir capacitaciones básicas y específicas según su puesto y las actividades a realizar.
Supervisión continua y desafíos: Capacitar a los líderes y trabajadores en supervisión efectiva asegura la identificación de desvíos de seguridad, cumplimiento normativo y evita sanciones. Los desafíos comunes incluyen la interiorización de la cultura de seguridad, la gestión de contratistas y la sostenibilidad, aspectos que deben ser manejados integralmente para evitar conflictos sociales y garantizar operaciones seguras.
Mitigación de riesgos ambientales: Es esencial implementar controles como sistemas meteorológicos, infraestructuras resistentes, sistemas de emergencia y su correcto uso mediante entrenamientos y capacitaciones al personal. La aplicación de la tecnología e innovación también juega un papel importante en la creación de entornos de trabajo más seguros.
Según la especialista, el Facility Management puede dar soporte en cada uno de los aspectos detallados. Además, esta herramienta tiene la capacidad de monitorear el funcionamiento de los activos, alertando sobre posibles riesgos de manera oportuna. Adicionalmente, aporta eficiencia y optimiza la gestión empresarial desde diversos frentes administrativos, integrando-en una única plataforma- múltiples servicios que brindan soporte a la actividad principal de las compañías.
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