Nuestra Amazonía ocupa el 60 % del territorio nacional y cuenta con solo el 11 % de la población peruana. Si bien las regiones amazónicas contribuyen con menos del 20 % del PBI, con la abundancia de recursos, se tiene un potencial socio-económico por desarrollar y que, a través de la inversión pública en infraestructura, de la inversión privada sostenible y de las inversiones en asociaciones público-privadas, pueden convertirla en el tan ansiado polo de desarrollo que, por décadas estamos esperando todos los peruanos, es algo que el gobierno de turno tiene que entender.