Carolina Silvia Santisteban
Carolina Silvia Santisteban

Hay mujeres invisibles, marginadas, ignoradas. Hay mujeres violentadas. Y hay otras, que con su propia historia, tienen un camino diferente, que les permite alentar una lucha que tiene para rato. El Perú está cambiando, pero muchas barreras persisten para las mujeres. es comediante, productora, empresaria, feminista y lesbiana; y su voz es escuchada por diversos grupos. Ella dice las cosas de frente, con un toque de humor, otro de ironía y mucha frescura. 

En su opinión, hay un sector mínimo de la población que está alzando su voz contra la violencia. En esta fecha, muchas veces se olvida a las mujeres lesbianas, las que también merecen respeto. Por eso, las palabras de Carolina tienen sentido, pues lesbianas como ella sufren diversos tipos de marginación. Y seguro que pocos piensan en ella en el Día Internacional de la Mujer. Vamos a cambiar hoy. 

"Hoy es visible un problema de años, como el feminicidio, la violencia de género, y la discriminación. Ese sector chiquito está empezando a darse cuenta de situaciones que estaban normalizadas, como ganar menos que un hombre o anularse profesionalmente por la familia, los hijos", reflexiona.

Carolina
Carolina

¿FEMINISTA? Sí. SENTIDO COMÚN
"Las mujeres deberían dejar de pelearse con el feminismo. Me da mucha pena. Es cierto que hay mujeres que no me caen y que son feministas, pero no por ello debo rechazar el mensaje. El feminismo no es el problema, está al margen de las personas.  El feminismo es sentido común. Yo les explico a mis papás de qué se trata, y están de acuerdo y lo consideran justo", comenta.

En este camino, la artista advierte que "hay gente al margen de la lucha, ni siquiera en contra, sobre todo en redes sociales. A esa gente le puedes hablar e invitarla a sumarse. Hay que enterarse y entenderse, comprender por qué hay tantas mujeres molestas", dice Carolina, quien escribió y dirigió  “Cuando Seamos Libres”, obra testimonial sobre la comunidad LGBTIQ.

En el Día Internacional de la Mujer, nos preguntamos qué pasa con las lesbianas en el Perú.
-Las que son visibles, las más masculinas, son discriminadas, por este sistema absurdo, machista, que pretende que todas las mujeres debemos ser femeninas, incluso las mujeres heterosexuales que tienen una expresión de género masculina. Los hombres creen que la masculinidad es exclusiva de ellos. Y hay lesbianas súper femeninas que son invisibles. O les dicen: 'ay, eres lesbiana, pero no parece... ¿Por qué? Si eres bonita'.  Como si ser lesbiana tuviera que ver con ser bonita o fea. Cuando yo pretendía ser heterosexual tenia una expresión femenina. Salía con alguien, y yo misma me hacía invisible. Incomoda ver más a hombres gays y mujeres trans, que a dos mujeres juntas. 'Ay, que rico ver dos mujeres juntas'... 'O eso no cuenta como sexo. Están jugando'. El hombre femenino es el cabro, la 'mariposa'. El hombre masculino es el que no incomoda, y está bien, como si lo femenino fuera malo.  

SER LESBIANA

"Si yo salgo con mi novia o con la chica que estoy en ese momento tengo que considerar en qué distrito estoy para saber qué tan expresiva voy a ser por mi integridad y la seguridad de la persona que me acompaña. También está el acoso callejero. Tengo una expresión de género masculina... Estoy expuesta a burlas e insultos. No me molesta, quizás por mi forma de ser. Me ha tocado, cuando era más femenina, que un chico me ha cerrado el paso para preguntarme si soy amigable, o cosas así... Eso te congela, eso te deja quieta. Ante un hecho de violencia no siempre estás alerta y con la pata en alto, igual he sido afortunada porque no he vivido violencia, pero sí la he visto por mi trabajo como comediante", describe.

TIEMPOS NUEVOS
"Hemos aprendido a alzar la voz, a reclamar ante el acoso callejero. Ya no nos callamos: No por ser mujeres nos merecemos menos, o por ser mujeres nos toca esta y otra responsabilidad", dice la productora, quien -como muchas- escuchó de su mamá el consejo de 'consíguete un buen marido'. Su mamá cambió, como numerosas peruanas. Hoy espera que su hija se valga por sí misma:  "Hemos aprendido a alzar la voz. Yo, como lesbiana, como mujer, como peruana. Todo se da cuando te empiezas a educar, por lo tanto te sensibilizas y te indignas. Si a uno no le toca, no se indigna. Me pasó cuando  me tocó salir del clóset. Salí del clóset porque me indigné. La violencia no era un hecho aislado, pasaba y mucho. No estábamos solas, eso fue como un antes y un después para que las mujeres empiecen a hablar . Hemos empezado, y aprendido".

Carolina proviene de una familia tradicional, y una mamá con dos profesiones que por sugerencia de su papá y acuerdo entre ambos, decidió quedarse en casa: "Eso sigue pasando. Me hace feliz que algunas se den cuenta, y reclamen por equidad. Pero falta mucho por recorrer".