Por Nadia Quinteros
El alcalde de Chiclayo, David Cornejo, presunto cabecilla de la organización criminal ‘Los Temerarios del Crimen’, que se enquistó en la comuna, habría incrementado el patrimonio de su universidad con el dinero de las coimas que la mafia supuestamente le cobraba a 22 empresas de transportes. En las oficinas de esta casa de estudios, incluso, se habría entregado el dinero de los presuntos chantajes.
Según la documentación fiscal, David Cornejo y sus parientes inscribieron el 27 de febrero de 2009 a la universidad Juan Mejía Baca como sociedad anónima cerrada, con un capital de S/950 mil. Sin embargo, en la modificación del estatuto de este claustro, del 4 de agosto de 2016, y durante el segundo año de gestión del burgomaestre, este aumentó a S/2’441,500.00; es decir, un millón y medio millones más en siete años. Un total de S/491 mil corresponde a aportes dinerarios y poco más de S/1 millón a aportes no dinerarios.
El testigo con clave de reserva FECOR-NEGRO-2018, señala que Noé Cornejo, hermano del alcalde y presunto lugarteniente de la banda, y la ex funcionaria de la comuna Waldramina Aguilar, entregaban, quincenalmente, aportes por S/100 mil en la sede educativa. Estos, igualmente, registraban los ilícitos en agendas.
Este dinero habría servido para financiar la campaña al Congreso de Noé Cornejo y pagar la nómina de empleados de la universidad familiar.
La casa de la autoridad edilicia, ubicada en la urbanización Santa Victoria, también habría servido para que los presuntos integrantes de la mafia entreguen el dinero obtenido de las posibles extorsiones a los transportistas. El encargado de esta ‘tarea’ habría sido el gerente de Tránsito y Transportes, Isaías Merino, quien también está detenido.
Este funcionario es acusado de negociar con los gerentes de empresas de transportes las supuestas coimas por la obtención de permisos de circulación y ampliación de paraderos.