Difunde prevención. Tras haber superado un cáncer de piel, Flora Baldeón ahora es más cuidadosa. (Renzo Salazar)
Difunde prevención. Tras haber superado un cáncer de piel, Flora Baldeón ahora es más cuidadosa. (Renzo Salazar)

Redacción PERÚ21

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Doña Flora Baldeón Olivares tiene 60 años y cuida mucho su piel y su salud. Con sol o sin él, nunca sale de su casa sin una sombrilla y sin aplicarse bloqueador solar. Pero no siempre fue así. Flora trabajó por más de 20 años como vendedora ambulante y entonces no sabía que debía protegerse de los rayos ultravioleta. "Tenía un granito que me fastidiaba, me picaba y molestaba. Iba creciendo y hasta sangraba y yo no le daba importancia, hasta que me di cuenta que tenía un ", cuenta.

Flora tuvo ese lunar durante varios años. "Tenía la forma de una coliflor y colores oscuros. Cuando había sol, me ardía; si me lavaba la cara sangraba. A veces yo estaba en el ómnibus y la gente me decía: señora su cara está sangrando. Pero para mí era normal, porque el granito cicatrizaba. No advertía el peligro", comenta.

Un día Flora estaba viendo un programa de televisión en el que los médicos de la Liga Contra el Cáncer daban indicaciones sobre cómo reconocer un lunar canceroso. "Fui corriendo a verme al espejo y me di cuenta que mi lunar era sospechoso, así que fui al médico y confirmó mi sospecha: tenía cáncer de piel", refirió.

Felizmente Flora detectó el cáncer a tiempo. Fue operada con éxito en el Hospital Cayetano Heredia y ahora está en tratamiento porque le siguen saliendo lunares en la cara. "Ahora ya sé de qué se trata y a todas las personas que veo en la calle les hablo para que se chequeen; algunos me hacen caso, pero muchos no. Falta conciencia", se lamenta.

Pero Flora no es la única. Don Dante Castaman también sufrió cáncer de piel y detesta que la gente no se proteja de la radiación solar. "Mi melanoma fue agresivo, por eso tuvieron que intervenirme dos veces y sacarme más de la mitad de la oreja. Yo estaba aterrorizado porque todo avanzó muy rápido. Desde que lo detectaron hasta que me operaron y comencé a rehabilitarme con radioterapias pasaron solo seis meses. El tratamiento quemó parte de mi piel, pero me salvó la vida", cuenta Dante.

El paciente atribuye la enfermedad a su oficio de taxista. "Sentía que la piel me quemaba, pero solo me echaba agua y no me daba cuenta que el daño era grave. Ahora uso sombrilla, gorro, lentes, bloqueador y todo lo que sea necesario. No me interesa que la gente me mire o se burle, mi salud es primero", asegura.

  • A través de la campaña se realizarán despistajes y talleres educativos, y se distribuirá más de 50 mil bloqueadores solares.
  • El Senamhi pondrá en marcha desde enero un nuevo modelo para medir la radiación ultravioleta en diversas ciudades del Perú.

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