Sacerdote se acerca a casas rurales de pacientes COVID y reparte oxígeno medicinal en Cajamarca

Esta bondadosa labor la realiza junto con el personal de serenazgo en una extensa jornada que rige desde las 8:00 a.m. hasta las 22:00 p.m.

Redacción PERÚ21

Fecha Actualización

01/03/2021 - 11:29

Un sacerdote que predica la palabra de Dios en el Hospital Simón Bolívar en la ciudad de Cajamarca, se sumó a las acciones de respuesta rápida para atender a los pacientes COVID-19, dedicando gran parte de su tiempo para trasladar balones de oxígeno medicinal gratis hasta las viviendas ubicadas en las zonas rurales.

Se trata del padre Juan Carlos Pérez, quien lamenta la escasez no solo en las ciudades sino también en las zonas rurales de la región, por ello, está trasladando balones de oxígeno para las personas adultos mayores que presentan complicaciones por el COVID-19 y otras patologías como fibrosis pulmonar, informó el sacerdote para Andina.

El colectivo Cajamarca Respira cuenta con 65 balones de oxígeno medicinal, de esta cantidad 35 han sido donados por la empresa privada y 30 fueron adquiridos mediante una colecta pública realizada en el 2020. “La mayoría de balones están ocupadas, hay demasiado requerimiento de oxígeno en estos días. Hemos tenido 30 solicitudes en un solo día”, señaló el presbítero.

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No está solo. Carlos Pérez realiza esta bondadosa actividad junto a los serenos de Cajamarca, quienes reparten de este vital elemento en una extensa jornada que rige desde las 8:00 a.m. hasta las 22:00 p.m., “Nosotros atendemos en el acto el requerimiento, solo pedimos como requisito la receta médica”, añadió.

Para evitar la reventa de este insumo por parte de personas que se aprovechan de la delicada situación, el religioso precisó que al día siguiente de haber entregado el oxígeno medicinal dicho colectivo hace un seguimiento presencial.

Asimismo, los pacientes que requieran más oxígeno, se les cambiará el balón por uno abastecido, indicó Pérez, al destacar que han coordinado con la Dirección Regional de Salud (Diresa) para que la “planta del pueblo” opere de 12 a 24 horas ante la necesidad de la gente. “Necesitamos que la planta opere las 24 horas por lo menos un mes, ojalá sea posible”.

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