Juan Heredia Sánchez se siente orgulloso de haber ganado la Taza de Excelencia Perú 2017 por su café de alta calidad, el cual se cosecha en Huabal, Jaén, Cajamarca. Fue en noviembre cuando apareció al lado de las autoridades. Aplausos, palabras de reconocimiento, y promesas de oportunidades. Desde entonces hasta hoy, el caficultor ha invertido los 10 mil dólares que ganó en su finca llamada La Flor del Norte. Ha mejorado los procesos e implementado todo lo necesario para seguir ofreciendo un café de primera. 

El gran ganador de la primera subasta electrónica internacional de la Alliance For Coffee Excellence (ACE), en la competencia Taza de Excelencia Perú 2017, siente que el Estado no apoya lo suficiente al sector. Y eso le preocupa. "Mucha foto y poca ayuda", dice con cierta timidez, mientras toma una taza de café, y piensa en los agricultores que como él tratan de salir adelante a pesar de la adversidad.

LOS PEQUEÑOS GIGANTES DEL CAFÉ ESTÁN SOLOS

"Taza de Excelencia es la principal competición y subasta de café de todo el mundo. Por ello, estamos orgullosos que se haya realizado por primera vez en el Perú. Asimismo, estamos satisfechos con el precio de venta alcanzado que refleja la alta calidad del café nacional", indicó el entonces ministro de la Producción, Pedro Olaechea. 

Taza de Excelencia
Taza de Excelencia

De paso por Lima, Juan Heredia, de 32 años, espera conseguir apoyo para sacar la visa a Estados Unidos, y contar con los viáticos, para poder asistir a la , que se realiza en abril en Seattle. Se pregunta qué más viene: le gustaría que el apoyo sea concreto, y que los diversos actores vinculados al café se pongan las pilas para respaldar a los pequeños productores.

Juan Heredia, que también es regidor y gana unos 780 soles al mes, ha sacado su propia marca de café que lleva su nombre. Mientras hace los trámites de registro sanitario, el caficultor -cuya taza tiene 92 puntos-advierte que las autoridades no tienen presencia en su tierra y en otras zonas cafetaleras del país. Tener el mejor café del Perú debería ponerlo en diversas vitrinas. Pero no todo es tan bonito como parece en las fotos.

Este humilde padre de tres niños debería ser el rostro del café peruano. Sin embargo, eso no ha pasado. "Flor de un día", comenta. Evita quejarse porque se siente orgulloso de lo logrado. Eso no quita que alce la voz, por su hermanos, por su familia, por sus hijos. Nada ha sido fácil para Juan Heredia. A pesar de la indiferencia estatal y de los gremios, lo que espera es seguir adelante y no perder la calidad, esa taza de 92 puntos que debería hacer brillar al Perú en las grandes ligas.

De manera independiente, algunos empresarios han llegado hasta él, y también personas interesadas en su café. Eso lo hace sentir feliz, y con confianza en que las cosas pueden cambiar. Juan Heredia sonríe. No pierde la esperanza.  "El café es lo más hermoso", dice este hombre que estudió hasta tercero de secundaria por falta de dinero de sus padres, que junto a su esposa cosecha la tierra, que busca apoyo tecnológico y precios justos.