Redacción PERÚ21

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El argentino  es un claro ejemplo para las personas que quieren seguir sus estudios y piensan que ya es tarde por su avanzada edad. Él, a sus 78 años, consiguió su título universitario de ingeniero electrónico.

Regresar a un centro de estudios no le fue fácil porque tuvo que pasar 40 años para armarse de valor y cuando tenía 65 años decidió ingresar nuevamente a la universidad. Su familia le dice 'Popi' y su historia recorre el mundo.

"Trabajé desde los 15 años y como no podía costearme los estudios en la universidad me inscribí en la Escuela Industrial de la Nación. Me compré un cuaderno de 200 hojas y ahí tenía todas las materias. Egresé y comencé a trabajar como técnico electricista. Todos creían que yo era ingeniero porque sabía mucho, me encantaba lo que hacía", contó al diario La Gaceta.

(La Gaceta)
(La Gaceta)

En su juventud, Serafín Mendizábal fue presidente del Centro de Estudiantes, pero el día que pusieron una bomba y el Ejército rodeó la Facultad y detuvo a varios de sus compañeros, ya había dejado ese cargo.

"Yo pertenecía a la Agrupación Unidad Reformista de la Federación Juventud Comunista. Los uniformados rodean la manzana y después entran en la facultad y me secuestran junto a otros compañeros. Yo no había cometido ningún delito. Me torturan. Cuando se dan cuenta de que yo no sabía nada de lo que me preguntaban me liberan", expresó muy nostálgico.

Después de esa experiencia macabra que vivieron muchas personas durante la dictadura militar argentina, 'Popi' abandonó los estudios con mucha tristeza. Desde ese día sentía que tenía un vacío y cada vez que recordaba esa situación derramaba lágrimas.

"Me quebré y no pude dejar de llorar. Jamás me había pasado algo así. Mi esposa, asustada, consulta a un grupo de psicólogos y ellos determinan que lo mejor era que yo volviera a la facultad. Era la única manera de curarme, enfrentar ese dolor", señaló.

Por eso, Serafín Mendizábal no podía quedarse dormido en sus laureles y tenía que volver a empezar en este nuevo mundo tecnológico.

"No fue fácil volver. En primer lugar porque mi legajo había desaparecido. Había perdido mi estado académico. Tenía cursado hasta 5° año, pero no me valía, debía volver a hacer todo. Cambié y comencé la carrera de ingeniería electrónica desde el principio. Los profesores y los compañeros me ayudaron en todo. Me abrazan cuando me ven. Aprendí mucho de los jóvenes, especialmente con la computadora, ellos vuelan", concluyó.