El presidente de la Junta de Fiscales, Franklin Tomy López, precisó que los fiscales que aceptaron sentencias benévolas para procesados por robo agravado serán investigados en la Oficina de Control Interno del Ministerio Público y podrían ser hasta destituidos si se comprueba que permitieron la reducción de la pena a los delincuentes sin justificación y vulnerando las normas.
El 16 de enero, Sergio Esteban Chacón Zúñiga (25), acusado de robar con un cuchillo a dos escolares, fue excarcelado luego que el fiscal Aldo Mena del Carpio acordara, con la defensa del imputado, que la sanción a imponerse sea de 171 jornadas de trabajo comunitario.
Le redujeron la condena porque aceptó los cargos, se acogió al beneficio de la conclusión anticipada y pagó la reparación civil.
Franklin Tomy sostiene que, cuando los delincuentes son detenidos en flagrancia, no puede favorecerse con una confesión sincera.
Otra de las sentencias benignas a delincuentes se emitió el pasado martes. Joel Bejarano y Pascual Yauri, integrantes de una banda que asaltaba en falso taxi, fueron condenados a 156 jornadas de trabajo comunitario.
En ese caso, el fiscal Carlos Arias aceptó ese fallo debido a que los sujetos dieron una confesión sincera y tienen menos de 21 años.
El presidente de la Junta de Fiscales precisó que, para los casos de robo agravado, la norma prohíbe que haya reducciones de condena a quienes tengan menos de 21 años.
“Mi posición es que los fiscales debemos ser severos con quienes cometen esos delitos. Convocaré de manera urgente a los magistrados para darles reiterarles las pautas”, dijo.