Antonio Pratto 09-06-2020

El ingeniero industrial Antonio Pratto ha pasado 30 años de su vida entre la industria farmacéutica y laboratorios. Fue alto ejecutivo de una compañía especializada en medicina para el cáncer y VIH/SIDA.

Hoy es una voz autorizada en el Perú para hablar sobre epidemias y sobre lo que tiene que hacer el Estado para acceder a las vacunas cuando estas lleguen al mercado mundial. Revela que algunos laboratorios privados que están desarrollando vacunas en el mundo tienen presencia en el Perú.

¿Cómo se trabaja en el mundo para encontrar una vacuna contra el COVID-19?

En mi experiencia en el sector salud y compañías de investigación, justamente las que están tras la vacuna para el COVID-19, tiene que pasar una serie de procesos que son bastante largos para que un medicamento salga al mercado. Desde que se descubre en el laboratorio, en la etapa prequímica, hasta que sale a la venta, pueden pasar entre 10 y 12 años, eso es lo normal. Sin embargo, a raíz de la pandemia que está afectando a todo el mundo, los laboratorios farmacéuticos y las instituciones de salud están en una carrera para acortar los plazos para tener finalmente una vacuna. Hay más de 120 instituciones, laboratorios y universidades a nivel mundial que están detrás de la vacuna. Hasta esta semana había diez que ya estaban haciendo experimentos en humanos.

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¿Qué necesita una vacuna para su distribución?

La vacuna, como cualquier otro medicamento, tiene que comprobar dos cosas: la seguridad del producto y la eficacia. Cualquier medicamento que sale al mercado tiene dos efectos: el terapéutico, que es el que cura, y el secundario, el que hace daño. Se busca que el umbral entre el efecto terapéutico y el efecto secundario sea lo más grande posible para garantizar la recuperación del paciente sin causarle muchos efectos. Para eso se pasan varias fases clínicas. Hoy ya están entre fase 2 y fase 3, hay muchos pacientes voluntarios y va a salir mucho más rápido.

¿Cómo harían los Estados para acceder a ella?

Los Estados tienen que estar alertas sobre las instituciones más avanzadas en el desarrollo de las vacunas para movilizar todos los estamentos en el país. Hay diez instituciones que están investigando en humanos en Estados Unidos, China e Inglaterra. Nuestra Cancillería, nuestras embajadas (en estos países) deberían estar alertas a los estudios clínicos para que no nos pase lo que nos pasó con las pruebas moleculares, que tuvimos problemas en obtenerlas.

¿Estos países que están investigando acceden primero a la vacuna?

Sí, y aquí tiene un papel preponderante la Organización Mundial de la Salud (OMS), que tendrá que coordinar con los países el tema de la distribución de las vacunas. El Dr. Ciro Maguiña dice algo cierto: para este tipo de eventos (epidemias o pandemias) se juntan varios países y se compra a través de la OMS vacunas para bajar los precios.

¿Se podría crear un comité o un comando en el Perú para diseñar las gestiones para las vacunas?

El que tiene que liderar el tema de las vacunas tiene que ser el Ministerio de Salud (Minsa). Cuando tengamos más clara la figura, crear un comité de expertos para buscar la vacuna. Es buena la idea del ingeniero Raúl Delgado Sayán de involucrar a epidemiólogos e infectólogos muy conocidos fuera del país que puedan colaborar llegando a las instituciones que están investigando. A gente de la industria privada que podemos llegar a los laboratorios farmacéuticos. Algunos de los laboratorios que están en plena investigación tienen una representación en el Perú y se facilitaría el diálogo con ellos. Tendría que haber gente de la Cancillería en los países donde se tenga cerca la obtención de una vacuna. El comité de expertos podría estar haciendo los primeros contactos. No está de más empezar ahora porque el tiempo vuela. Estamos en la segunda semana de junio, y probablemente los resultados (de las vacunas) vengan con anticipación (setiembre).

¿El Estado debería permitir que el sector privado especializado se involucre más en el tema de las futuras vacunas?

Creo que sí. Es una buena oportunidad para pensar en el sector privado. Todos estamos viviendo el mismo drama: confinados o conocemos a alguien que ha tenido el virus. Tenemos en el Perú laboratorios que están investigando (las vacunas), tienen presencia en el país. Estarían dispuestos a participar en el suministro y en el acceso a la vacuna de la mayor cantidad de la población, porque ese acceso es el gran reto.

¿Qué ventajas tiene el sector privado?

Yo creo que es una multitarea estatal, privada e institucional. Yo creo que ahí todos deben de poner de su parte. El sector privado, por ejemplo, tiene el contacto directo con las compañías que hoy día están investigando las vacunas. Por tanto, no hay que buscar interlocutores (intermediarios), sino directamente preguntar, coordinar, conversar y negociar qué día llegan las vacunas si su laboratorio logra el desarrollo. La idea de un comité de expertos podría funcionar, porque tendríamos un grupo de gente involucrada en las diferentes tareas que se podrían hacer.

¿Quién es el llamado a convocar a estos laboratorios?

El Consejo de Ministros o el Minsa deberían convocar al sector privado a analizar el tema de las vacunas y crear el comité de expertos o comando, porque se necesita que alguien se dedique a que el día que tengamos las vacunas, estas lleguen a la población.

Ventajas. Un comité de expertos podrá estar alerta al desarrollo de las vacunas en el mundo. (Foto: EFE)
Ventajas. Un comité de expertos podrá estar alerta al desarrollo de las vacunas en el mundo. (Foto: EFE)

¿Cómo hacemos para que no se repita lo que pasó con la compra de pruebas moleculares?

Tengo entendido que el gobierno americano ha dado una cantidad importante de dinero a la Universidad de Oxford para apoyar el desarrollo de la vacuna. Pero eso no está mal, no sabemos cuál es la negociación y la contrapartida de la Universidad de Oxford. Cuando yo hablaba de involucrar a nuestra Cancillería, embajadores, es justamente para eso. Chile lo hizo muy bien y consiguió pruebas moleculares antes que nosotros (con sus embajadores). Entonces, creo que nosotros deberíamos hacer un esfuerzo adicional. No estoy diciendo que el Gobierno no lo hizo, ha hecho un esfuerzo en elevar de 100 camas a 1,000 camas UCI. Creo que eso es un crédito tremendo, también convertir las torres de los Panamericanos en prácticamente un hospital para pacientes con COVID-19. Yo creo que las decisiones se han tomado, pero la magnitud de la pandemia arrasó con todos los países y con todos los gobiernos. Tenemos a EE.UU. que todavía no sabe qué hacer con el manejo del COVID-19. Es muy difícil hoy en día decir quién lo hizo bien, quién lo hizo mal. Hay algunos que definitivamente lo han hecho mucho mejor que otros, pero para el nivel de inversión al sistema de salud nuestro, yo creo que no lo hicimos tan mal. El sistema de salud que tenemos es muy pobre.

¿En el Perú es difícil que un laboratorio desarrolle una vacuna contra el COVID-19?

Lamentablemente, sí. No voy a hablar de vacunas; vamos a hablar de un medicamento cualquiera. De 10 mil moléculas que se investigan en un laboratorio de cualquier institución de una universidad o de un laboratorio farmacéutico, solamente una llega al mercado. Muchas de ellas se quedan en la fase de preclínica (cuando la droga se investiga en laboratorios y se empieza a testear con animales). Entonces, la mayoría de moléculas se quedan ahí. Es una inversión demasiado grande para hacer que una molécula llegue al mercado. Alrededor de mil millones de dólares, un billón de dólares para que un producto farmacéutico llegue al mercado. Solo los países y laboratorios grandes pueden hacerlo.

¿Qué hacemos mientras esperamos que se terminen de desarrollar estas vacunas?

En mi opinión, lo que tenemos que hacer todos, cualquier ciudadano, es empezar a hacer nuestra vida normal. Porque por ahí decían, y es cierto, que la pandemia terminó para el sector informal, pero no para el sector formal: el que más ha invertido dinero y tiempo en implementar protocolos sanitarios y hasta ahora no pueden abrir. Usemos mascarilla, guardemos el distanciamiento social. En la medida que nos acostumbremos a eso, la curva se puede aplanar. Llevamos mucho tiempo diciendo que llegamos a la meseta; haciendo cálculos creo que ahora sí hemos llegado a la meseta, pero todo va a depender de nosotros, no del ministerio, ni de nadie. El tema de la curva depende de los ciudadanos y de cómo nos cuidemos en la calle.

DATOS

-Antonio Pratto actualmente es director general de Fission Lab y miembro del directorio de empresas del sector salud, retail y tecnología.

-Fue gerente general de Sandoz (hoy Novartis) para América Central y el Caribe. Exgerente general de Bristol-Myers Squibb para Irlanda,países nórdicos, Europa central y Austria.

-Fue presidente de la Cámara de Comercio Americana del Perú (Amcham). Es ingeniero industrial de la UNI.

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