Un año después del desastre natural causado por El Niño costero, la reconstrucción se ha convertido en la gran deuda pendiente del gobierno de Pedro Pablo Kuczynski.
Al respecto, hacemos un balance de cómo las regiones afectadas ejecutaron el presupuesto asignado en 2017 para la atención de las inundaciones.
SALIR ADELANTE
En términos generales, la mayoría de las trece regiones que integran el Plan de la Reconstrucción con Cambios utilizó más del 50% del monto otorgado en 2017 para la reducción de vulnerabilidad y atención de emergencias por desastres naturales.
Solo Cajamarca y Tumbes usaron más del 90% del presupuesto asignado para esta labor. En cambio, Piura y Huancavelica gastaron, en este rubro, menos de la mitad, con 27.6% y 31.5%, respectivamente.
Llama la atención el caso piurano, pues fue la región que el año pasado contó con mayor Presupuesto Institucional Modificado para estos fines, S/222’007,503. Una suma incluso superior a la asignada para Lima, que fue de S/202’674,897.
Valdría la pena evaluar por qué ciertas regiones han tenido un mejor desempeño en la atención de desastres naturales que otras, con el propósito de corregir y mejorar sus acciones y procedimientos, además de replicar buenas prácticas.
LA POLÍTICA IMPORTA
Como se sabe, la mayoría de las gobernaciones regionales son dirigidas por autoridades que no provienen de partidos políticos. De los trece gobernadores correspondientes, solo tres fueron elegidos bajo un membrete partidario: Cillóniz en Ica (por Fuerza Popular) y Valdez en La Libertad y Acuña en Lambayeque (por Alianza para el Progreso). De los tres, el primero incluso se ha distanciado de la organización que patrocinó su carrera electoral. Precisamente, la falta de vínculos políticos con partidos con representación legislativa o al menos con contactos en las tecnocracias limeñas puede ser un factor que haya impactado en la ineficiencia en el gasto público. La falta de apoyo político y técnico son variables a considerar en la reconstrucción, cuyo débil desempeño impacta considerablemente en la evaluación del gobierno central.
¿GANADORES OFICIALISTAS?
Respecto a lo anterior, resulta importante llamar la atención sobre aquellos dos gobernadores que tienen cercanía con el gobierno central. El gobernador de Loreto, Fernando Meléndez, tiene un vínculo muy fuerte con el Ejecutivo.
No solo porque fue clave en la campaña electoral presidencial de 2016, endosando su apoyo regional a Kuczynski, sino también porque su hermano, el legislador Jorge Meléndez, ha sido designado como responsable de la cartera de Desarrollo Social. La gobernadora de Arequipa, Yamila Osorio, también fue fundamental para el logro electoral del actual presidente. El avance del gasto en ambas administraciones ha sido positivo (alrededor del 80%), aunque a “media tabla” si consideramos todas las regiones involucradas. Como se puede deducir, el apoyo del gobierno es un factor que suma, pero no es decisivo al momento de demostrar mayores niveles de eficiencia que el promedio de las gobernaciones.
SUPERVISIÓN CIUDADANA
Vale recalcar que en seis regiones donde se viene implementando el Plan de Reconstrucción con Cambios –Áncash, La Libertad, Lima, Lambayeque, Piura y Tumbes–, la Asociación Civil Transparencia acompaña la supervisión del gasto en la materia, a manera de frenar potenciales actos de corrupción. Esto a partir de la iniciativa de la Contraloría General de la República de promover la participación ciudadana en la ejecución presupuestal a nivel subnacional. Este tipo de iniciativas son necesarias para evitar que la corrupción siga creciendo a costa de los fondos públicos destinados para aliviar los efectos de los desastres naturales.
CIFRAS
- 95% del presupuesto regional para la atención de desastres naturales fue gastado en Cajamarca.
- 3 gobernadores de las regiones de la reconstrucción fueron elegidos por partidos nacionales.