El amenaza a la región debido a que padece de desabastecimiento de agua, y en los sectores en los que cuentan con el servicio hay continuos cortes, por lo que la población se ve en la necesidad de juntar el recurso en baldes, tinas u otros recipientes, lo que es propicio para que se reproduzca el zancudo transmisor del mal.

Así lo advirtió el director de Intervención Sanitaria de la Dirección Regional de Salud (Diresa), Eduardo Álvarez, quien señaló que a esta problemática se suma la reducción de personal de control en temas de prevención de enfermedades.

Precisó que las provincias más afectadas con la falta de agua son Piura y Sullana, por lo que podría registrarse un brote del mal. “Ante la falta de agua, las familias almacenan agua en baldes, tinas y cilindros sin taparlos en forma adecuada, lo que convierte a los depósitos en potenciales criaderos del zancudo Aedes aegypti, transmisor del dengue, pero también del zika y la chikungunya”, manifestó.

El director de Epidemiología de la Diresa, Edward Pozo, en tanto, dijo que por falta de presupuesto solo hay 60 inspectores que monitorean el vector del dengue, cuando se necesitan 500 como lo hubo el año pasado. “Por el riguroso control realizado en el verano del año anterior, los casos de dengue bajaron en forma ostensible y no hubo ningún fallecido por el mal. Por eso, pedimos que el Ministerio de Salud (Minsa) nos envíe el presupuesto solicitado (de S/4 millones) y evitar un posible rebrote de la enfermedad”, refirió.

En efecto, en 2018 solo se reportaron 13 afectados por dengue y ningún deceso, según el Minsa. Sin embargo, en el 2017 se registraron 41 muertes por el virus, más de 10 mil casos confirmados y más de 38 mil probables por los estragos del Fenómeno El Niño costero.

DATOS
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-La mayoría de casos se han registrado en los distritos de Piura, Castilla, Tambogrande y Veintiséis de Octubre (Piura) y en Sullana, por lo que se priorizarán los trabajos de prevención en esas zonas. 

-El Ejecutivo declaró en febrero de 2018 la emergencia sanitaria en Piura por 90 días para evitar un brote del mal.

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