A Arlette Contreras, sobreviviente de la violencia de género, no le sorprende lo que se negocia debajo de la mesa del Consejo Nacional de la Magistratura (CNM) —según se deja escuchar en los audios difundidos en IDL-Reporteros— porque sigue enfrentando, día a día, la misma corrupción, que con sus tentáculos habría llegado hasta su caso.
Resulta que el presidente de la Segunda Sala Penal Transitoria de la Corte Suprema, el juez supremo César Hinostroza Pariachi —a quien se escucha negociar con un interlocutor desconocido sobre minimizar la pena de un violador de menor de edad— es el mismo que presidió la Sala Penal Transitoria que le negó la transferencia de competencia (de Ayacucho a Lima) a Arlette Contreras. Ella argumentó que no habían garantías para un debido proceso, pero no la escucharon.
"La verdad no me sorprendió porque el hecho de que me haya rechazado la transferencia de competencia fue para mí una malísima señal y fue algo que yo he refutado en su momento. Solamente me siguió desprotegiendo y afectando como sobreviviente de violencia de género", dijo Arlette en diálogo con Perú21.
Ella está asqueada y aunque la quieren dejar como culpable de la brutal golpiza que recibió, ella no se amilana. Exige a gritos que no se pase por agua tibia esta suerte de "favor con favor se paga" que existe en el poder y que se destituyan a estos magistrados involucrados.
"Está permitido ser corrupto en este país. No puedo esperar justicia porque es el problema que afronta mucha gente. Está todo tan manipulado", agrega resignada a su búsqueda de justicia que no tiene fin.
RATIFICAN A JUEZA
Pero, eso no es todo. Arlette también denunció que la presidenta de la Corte de Ayacucho, Tatiana Pérez García-Blásquez, quien apareció comentándole en Facebook a la familia de Adriano Pozo —agresor excarcelado— , fue ratificada siete años más en su cargo por el Consejo Nacional de la Magistratura.
"Aun con tantas pruebas irrefutables en mi caso, que se han mostrado con fotos, es evidente, es clarísimo, que la presidenta de la Corte Suprema de Ayacucho es muy cercana a la familia de Adriano Pozo. Nunca se le ha sancionado", sentenció Contreras.
Arlette se identifica como una "víctima de los operadores de justicia" y es verdad. Su caso fue altamente mediatizado y las imágenes de su agresor sujetando su cabello y arrastrándola han dado la vuelta al mundo, pero aún así Adriano Pozo está libre. Si ella que logró que los medios hicieran un seguimiento a su caso, no encontró justicia, ¿qué pueden esperar las demás víctimas?