(GEC)
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¡Para levantar el ánimo! Las palabras “pata” o “patita” son recogidas por algunos diccionarios de modismos peruanos, aludiendo a un conocido o amigo cercano. Aunque hasta ahora tienen un origen desconocido. A propósito de su origen, mi amigo y exvecino Víctor del Carpio, residente en el extranjero desde hace mucho tiempo, me ha escrito en Facebook lo siguiente:

“A finales de los años 40 y comienzos de los 50 vivía en la avenida Brasil, en el barrio Puerto Nuevo, dos manzanas entre las cuadras 28 y 29 de la Av. Brasil. Ahora solo hay una, en la otra construyeron el by-pass de la avenida De la Marina que cruza la Brasil. Detrás de las casas había un pampón en el cual hicimos una cancha de futbol donde jugábamos entre nosotros y, pasado el tiempo, también invitábamos a equipos de Pueblo Libre, Jesús María y hasta de Breña.

En el barrio vivía la familia Cárdenas y a su hijo José –un gran amigo de todos– le faltaba parte de una pierna, desde la pantorrilla, y usaba una especie de bota con un pie de madera. Cuando jugaba con nosotros, nos cuidábamos mucho por temor a una patada de él, es por esto que le llamábamos ‘pata de comba’ y luego simplemente ‘pata’ o cariñosamente ‘patita’.

Cuando jugábamos fútbol con otros equipos, lo poníamos en la defensa, infundiendo respeto en la contención del adversario. Los jugadores visitantes se quejaban del ‘pata’. Una vez, de una patada desinfló una pelota, esto quedó como anécdota y se popularizó tanto ante los equipos visitantes que nos conocían como el equipo del ‘pata’. No sé desde cuándo, todos éramos llamados por los visitantes como “los patas” y nos saludaban ‘hola, ‘pata’’, ‘¿qué dices, ‘pata’?’. Este término quedó en el argot criollo como el del compañero infaltable y luego ‘patita’, el amigo incondicional, el ‘hermano’ del barrio”.

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