No se le ocurrió mejor idea al cuestionado ministro Demartini que cambiarle el nombre al programa social para salir al paso de todo este escándalo de Qali Warma. Al parecer, según su razonamiento, busca hacer borrón y cuenta nueva, después de semejante escándalo, donde, por cierto, el principal responsable político de toda esta desgracia es este ministro, que arrastra a la propia presidenta Dina Boluarte y el inefable vocero de Presidencia, Fredy Hinojosa, que por entonces fungía de director del programa cuando la presidenta era la ministra del Midis y Demartini era su viceministro.
Demartini pretende insultar la inteligencia de los peruanos; cree que cambiando de nombre es suficiente para responder a todas las denuncias por exposición de la salud de los niños con alimentos no aptos para el consumo humano. Demartini quiere eximirse de la responsabilidad política que tiene directamente, pero es absurdo querer sorprender a la opinión pública. O Demartini estaría involucrado en ese escándalo de corrupción o simplemente es un completo incapaz, que, en sus narices, los funcionarios del programa social hacían feria en una componenda con los proveedores y fabricantes, direccionaban las raciones que iba a atender el programa para que se tenga un solo canal de suministro a través de los allegados, como esta empresa Frigoinca.
¿Recuerdan ustedes a los Beltrán en las denuncias que involucraban a Dina Boluarte en el financiamiento ilegal de la campaña de Perú Libre y que fue delatada por una de sus allegadas? Resulta sospechoso y paradójico que justamente Boluarte haya sido la titular del Midis desde que asumió el gobierno de Pedro Castillo; es decir, todo el periodo de empoderamiento de esas empresas de dudosa reputación que después facturaban millones gracias a la diligencia de funcionarios corruptos que direccionaban la compra de este tipo de empresas a cambio de coimas.
Ahora quieren maquillar todos estos escándalos cambiando de nombre, e inclusive hacen uso erróneo del quechua, como muestra de su improvisación; el vocablo “Wasi Mikuna” significa casa para comer o lugar en donde se come, en referencia al lugar físico, como podría ser un restaurante. Si querían ponerle un nombre que resalte el valor del programa social y que visibilice su necesidad, el nombre correcto sería “Wawa Mikuna” o “Warma Mikuna”, pues esta frase sí significa el alimento para los niños. Hasta para el uso correcto del quechua son torpes en el Gobierno.
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