El elector debe tener total libertad al momento de decidir usando el criterio que mejor considere conveniente, señala el columnista.
El elector debe tener total libertad al momento de decidir usando el criterio que mejor considere conveniente, señala el columnista.

Se le denomina voto estratégico o voto útil al que se emite no solo en función de las afinidades o simpatías con un candidato, sino también a las posibilidades reales de salir elegido. Es así que un elector puede terminar votando por un candidato distinto al que fue su primera preferencia a fin de que su voto no sea “desperdiciado”.

Los detractores de esta práctica dicen que es antiética porque ya no se vota por el candidato con el que hay más afinidad sino por el que tiene más posibilidades de ganar. Además, que se tiende a favorecer a las agrupaciones más importantes impidiendo el surgimiento de nuevas alternativas.

En el Perú, las autoridades desalientan el voto estratégico, razón por la cual se prohíbe la difusión de encuestas en la última semana de la campaña para que el elector no se vea influido por los eventuales resultados al momento de votar.

Sin embargo, esta disposición pretende limitar los aspectos a tomar en cuenta por los ciudadanos al momento de tomar su decisión, cosa que no tiene respaldo ni en la Constitución ni en el sentido común. El elector debe tener total libertad al momento de decidir usando el criterio que mejor considere conveniente y, por lo tanto, las encuestas en los últimos días de la campaña constituyen para muchos un dato muy relevante.

En la coyuntura actual, esta elección es fundamental. Si crees en la libertad del ser humano para vivir su vida como mejor le parezca, si para ti la propiedad privada es un derecho inalienable y si estás de acuerdo con que la riqueza primero hay que generarla antes de repartirla, entonces mañana toma una decisión estratégica, consciente de lo que es mejor para el país.