#VotaBien

¿Recuerda usted estos nombres? Edwin Donayre, Joaquín Dipas y Benicio Ríos. Los tres fueron condenados por la más alta instancia del Poder Judicial mientras integraban el disuelto Congreso. Llegaron al Parlamento con procesos judiciales abiertos y mientras eran legisladores la justicia los encontró culpables, pero tuvieron que pasar las mil y una peripecias para imponerles la sanción; los tres sinvergüenzas aprovecharon su inmunidad parlamentaria para evadirla. El último en caer, después de un trabajo expedito de la inteligencia policial, con el costo que eso le implica al Estado, fue el siempre blindado Donayre, sentenciado por robarse la gasolina de su propia institución militar.

¿Y recuerda a Yesenia Ponce, Moíses Mamani, Héctor Becerril y Roberto Vieira? Los cuatro tienen abiertos procesos investigatorios en la Fiscalía. A Ponce la investigan por pagarle 10 mil soles al director del colegio donde ella soñó que estudió la primaria. A Mamani por mentir en su declaración jurada, también sobre sus estudios escolares, y por tocamientos indebidos contra una aeromoza. A Becerril porque la Fiscalía contra el Crimen Organizado de Chiclayo lo acusa de pertenecer a las bandas delincuenciales Los Wachiturros de Tumán y Los Temerarios del Crimen. Y a Vieira porque su primo lo acusó, con pruebas, de cobrarle 20 mil dólares por ayudarlo a conseguir un permiso de pesca.

¿Y le suena Luis López Vilela? A principios de año el Pleno del disuelto Congreso lo tuvo que suspender de sus actividades parlamentarias porque una colega de su bancada, ambos eran fujimoristas, lo denunció de haberla tocado indebidamente durante una reunión de su partido.

Pregunto, por qué los peruanos tenemos una memoria política frágil y desafecta y, a la hora de votar, repetimos los errores. En estas próximas elecciones no debemos olvidar a los partidos políticos que llevaron al elenco arriba mencionado al Congreso de la República: Fuerza Popular, Alianza para el Progreso, Peruanos por el Kambio y Frente Amplio. Antes de pretender volvernos a embaucar, esos partidos debieran responder por el penoso espectáculo en el que se convirtió el Parlamento recientemente disuelto.

Y peor ahora que Perú21 ha corroborado que Fuerza Popular, Alianza para el Progreso, el Apra, Solidaridad Nacional, Podemos por el Progreso, Vamos Perú, Perú Patria Segura, Contigo, Democracia Directa, Juntos por el Perú, Unión por el Perú y Perú Libre han inscrito en sus listas, de Lima, Callao y La Libertad, a personas sentenciadas y con antecedentes penales. Y todavía falta saber cuántos inscritos con procesos abiertos van en otras listas, en estas y otras regiones del país. Como si todo lo vivido no sirviera para nada, como si el creciente rechazo de la ciudadanía hacia el Congreso, los problemas de los representantes ante la Comisión de Ética, el desprestigio del Poder Legislativo y por ende de la democracia, a los políticos les importara un comino.

El artículo 113 de la Ley Orgánica de Elecciones discrimina los delitos y no prohíbe que se presenten al Congreso personas que cumplieron condenas por todo delito menos por terrorismo, tráfico de drogas y violación sexual. Dónde quedan la ética, la moral, el respeto por los derechos humanos, por los valores civiles y solidarios. ¿Acaso no son las autoridades las que deben dar el ejemplo?

Francamente, ese artículo 113 resulta temerario; según esa infamante ley pueden postular todos los que cumplieron una condena por violación a los derechos humanos, secuestro, asesinato, feminicidio, homicidio, lesiones culposas, asalto a mano armada, robo, alimentos, filiación de paternidad, evasión de impuestos, falsedad genérica y más perlas.

De cada uno de nosotros depende que nuestro destino no caiga en manos de depravados, psicópatas y prontuariados. Mantengámonos alertas y a la defensiva. Protejámonos entre nosotros porque queda claro que a los políticos de estos partidos, les importamos un bledo. #VotaBien