Selección Peruana cumplió su tercer día de entrenamiento en NUeva Jersey. (Foto: Daniel Apuy / GEC)
Selección Peruana cumplió su tercer día de entrenamiento en NUeva Jersey. (Foto: Daniel Apuy / GEC)

Termina el partido en el frío de N. Jersey y los jugadores no celebran, corren a ver qué pasa con Christopher Gonzáles, el compañero lesionado. Por suerte no fue grave, pero a veces un gesto vale mucho. Así jugó Perú el viernes. Gareca había establecido dos prioridades para este amistoso. Recuperar solidez defensiva sin perder el estilo y volver a ganar después de tres partidos. Logró ambas.

El primer tiempo fue muy bueno. Ante un rival que nos salió a presionar muy arriba y con intensidad, fuimos capaces de pasar líneas de presión con rapidez y precisión. La movilidad de los jugadores de ataque fue una pesadilla para Paraguay, fuimos contundentes rápido con el golazo de Cueva (bienvenido). Carrillo imparable, Farfán ganando siempre, Flores y Yotún en zona de definición y siendo siempre opción de pase. En defensa, salvo dos pelotas paradas, no sufrimos.

El complemento fue distinto. Paraguay creció y Perú no fue el mismo con la pelota. Perdimos precisión y duelos individuales. Perdimos divididas y Farfán ya no ganaba. Ese control de Paraguay, que en parte es mérito de ellos, generó una sensación de malestar con el equipo. Sin embargo, supimos defender en los momentos que nos superaron y no recibimos goles, ni les permitimos tener claras situaciones.

La selección necesitaba reencontrarse con el triunfo y con su estilo. Lo logró por momentos. El fútbol local nos acostumbró a padecer los últimos minutos. Este equipo de Gareca nos da tanto que parece poco ganar 1-0 y terminar sin sufrir. Con el tiempo valoraremos más a este equipo. Ahora viene El Salvador, hay que sostener por más minutos el buen juego ante un rival inferior a Paraguay para luego encarar con todo la Copa América.

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