el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo se ha visto decidido a empañar todo tipo de celebración católica en su país, prohibiendo más de 3,000 actividades religiosas, entre procesiones y misas.
el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo se ha visto decidido a empañar todo tipo de celebración católica en su país, prohibiendo más de 3,000 actividades religiosas, entre procesiones y misas.

Lo que viene ocurriendo en Nicaragua con la Iglesia católica no tiene perdón de Dios ni penitencia que la compense.

El dictador Daniel Ortega, admirado por algunos despistados políticos de izquierda en el Perú, que incluso fueron a rendirle pleitesía en Managua, ha sometido a feligreses, obispos y propiedades del catolicismo en un estado de persecución, abuso y terror total.

Solo en 2023 se realizaron 275 agresiones en contra de la Iglesia católica, convirtiéndose en el año con más ataques desde 2018. Sin ir muy lejos, Ortega ordenó hace unos meses disolver la Asociación de la Compañía de Jesús en Nicaragua al quitarle la personalidad jurídica supuestamente por no reportar los estados financieros en 2020, 2021 y 2022.

La orden jesuita, una de las más antiguas de la Iglesia americana, cometió una falta gravísima para cualquier dictadura: “denunciar hechos calificados como crímenes de lesa humanidad por el Grupo de Expertos en Derechos Humanos sobre Nicaragua, de la Organización de las Naciones Unidas”, como los propios religiosos han explicado.

La medida supuso también el traspaso de sus bienes muebles e inmuebles a nombre del Estado de Nicaragua, lo que afectó, asimismo, a los colegios, universidades y misiones que administra la institución religiosa.

“Desde 2018 hasta 2023, la Iglesia ha soportado 740 ataques en su contra. Solamente en este año se realizaron 275 agresiones. Podemos calificar este año como el de más ataques en contra de la Iglesia católica, en el quinquenio reciente”, ha dicho Martha Molina, investigadora de asuntos católicos en el país centroamericano y autora del libro Nicaragua, una Iglesia perseguida.

Según la investigadora, el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo se ha visto decidido a empañar todo tipo de celebración católica en su país, prohibiendo más de 3,000 actividades religiosas, entre procesiones y misas.

Eso, aparte de la persecución feroz a personalidades católicas como el sacerdote nicaragüense Óscar Escoto Salgado, vicario de la Diócesis de Matagalpa, detenido nuevamente el último sábado 23 de diciembre por la Policía Nacional.

Ya en su momento el papa Francisco había comparado el sandinismo actual con “una dictadura hitleriana”. “Con mucho respeto, no me queda otra que pensar en un desequilibrio de la persona que dirige”, aseveró el Sumo Pontífice, una manifestación que llevó a la pareja presidencial a suspender de inmediato relaciones diplomáticas con el Vaticano.