Las protestas contra la nueva ley del Servicio Civil y contra el proyecto de nueva Ley Universitaria generaron caos y violencia. Las calles del Centro de Lima fueron escenario de enfrentamientos entre jóvenes universitarios y trabajadores estatales contra efectivos de la Policía, a ninguno de los cuales les importó que en medio del campo de batalla hubiera ciudadanos que no tenían nada que ver con los reclamos.
Nubes de bombas lacrimógenas, lluvias de piedras, vías bloqueadas y masas de manifestantes y de uniformados tomando las calles fue el panorama –en dos turnos– en los alrededores del Mercado Central y en la avenida Abancay.
Al promediar el mediodía, un grupo de estudiantes –muchos con los rostros cubiertos– pretendió ingresar al Congreso, pero fue repelido por los agentes, quienes utilizaron gases lacrimógenos y revivieron el histórico 'Pinochito'.
Los gases se sintieron hasta en los exteriores del Palacio Legislativo. Sin embargo, no llegaron al hemiciclo, donde sesionaba el Pleno.
Afuera, un estudiante de la Universidad La Cantuta –identificado como John del Castillo– se desplomaba por el efectos de los gases y fue retirado de la zona por los policías. Un periodista de la agencia Reuters también fue afectado al impactarle una bomba lacrimógena en la pierna.
Un hora después fueron los trabajadores estatales quienes salieron a protestar contra la ley del Servicio Civil, promulgada ayer mismo por el Ejecutivo. Llegaron a la avenida Abancay con gritos: "¡Y va a caer, y va a caer, el sacolargo va a caer!" y "¡Ollanta cocinando, Nadine gobernando!". Bloquearon esta avenida y la vía del Metropolitano en el cruce de los jirones Cuzco y Lampa.
Los policías apelaron otra vez a los gases para que los manifestantes se retiraran, pero estos, con palos en la mano, decidieron enfrentarlos.
Al final, dos efectivos y un caballo de la Policía Montada resultados heridos por piedras lanzadas por los revoltosos, mientras que el Gobierno prefirió guardar silencio.
LAS DEMANDAS