Bueno, me dieron un poco más de oxígeno en el gobierno. Ya dejé de ser titular, pero acá estamos para sumar, por lo menos en mis ingresos. Yo soy un especialista en políticas públicas, así que voy a asesorar al premier para que se quede hasta fin del gobierno y salga mejor que yo. Sé que mis detractores están con un grito en el cielo por mi nombramiento, tranquilos, que prefería ser asesor o embajador en Suiza. Visitaremos muchas regiones, menos la de Arequipa, porque sufro de mal de altura y me puede faltar oxígeno; otro día voy, ¿ya? Y los ministros que salieron del gabinete Zeballos no me estén llamando para conseguir chamba. Acá los padrinos no cuentan, y los dejo porque me está llamando mi padrino... digo, el presidente.

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