Cebolla porque voy a llorar y trataré de mejorar mi circulación, porque la verdad ya nadie me quiere. ¿Qué mal he hecho yo? No tengo la culpa de haber sido premier; échenle la culpa al que me nombró. En serio, yo me lavo las manos y ahora aún más, con bastante agua y jabón; no creo ser merecedor de un linchamiento político. Yo he trabajado a brazo partido, preocúpense de Cateriano. Yo ya fui, ya no estoy. Aunque el pdte. anunció que seguiré colaborando con el Ejecutivo, estoy dispuesto a chambear por el país, pero por favorsh dejen de culparme de todo, ¡todo yo! Son capaces de decir que por mi culpa perdió el cebiche. Ya pues, ¿por qué no dicen que soy el osito Lima? ¡Denme una pues!

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