Van 3 años y 2 meses. (Foto: GEC)
Van 3 años y 2 meses. (Foto: GEC)

No es cierto que la crisis política surgió con el pedido para adelantar elecciones. Esta comenzó el 28 de julio de 2016, 163 semanas atrás, cuando Fuerza Popular se puso en modo estorbo. El gobierno de PPK, efímero e insignificante, no ayudó en nada, pero eso no significa que si se retira la propuesta de adelanto de elecciones, se termina la crisis. Esta nació y escaló debido al manejo del poder que ha tenido la mayoría parlamentaria en este tiempo. La crisis es el Congreso.

Alberto de Belaunde, que por su consistencia es parte del pequeño grupo de legisladores que sobresale de la medianía del resto, escribió en octubre de 2018 un recuento del comportamiento de FP. Su texto es muy útil para quienes sufren de memoria corta y han olvidado el uso “agresivo y abusivo del poder” de ese partido, así como su “incapacidad de aceptar la derrota, la intolerancia frente al que piensa distinto, el poco valor atribuido a las verdaderas necesidades de los peruanos en comparación con su ánimo de venganza y el intento de demoler cualquier contrapeso a su poder absoluto”.

Entre las perlas que De Belaunde recuerda están que casi el 40% de decretos legislativos del Ejecutivo fueron derogados. “Bloquearon las principales reformas políticas y electorales”. “Perforaron sistemáticamente la Ley Servir”. “Los ministros pasaban más tiempo en comisiones del Congreso que en los ministerios”. Censuraron a Saavedra. También “persiguieron y acosaron al exfiscal de la Nación y a los magistrados del Tribunal Constitucional”. “Contrataron en puestos de confianza a personas que se dedican a atacar a opositores en Internet”. “Utilizaron la Comisión de Ética como herramienta política, para atacar a los opositores, mientras blindaban a los suyos”. ¿Más? La sigue.

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