(Liz Saldaña/Perú21)
(Liz Saldaña/Perú21)

Un par de niños obesos vestidos de celeste sostienen una pancarta mitad celeste mitad rosada, con la frase: ¡Conmigo no te metas! Debajo de ese post, en el Twitter de CMHNTM, viene otro mensaje presuntamente urgentísimo. La imagen que acompaña este enunciado también es elocuente: hombres vestidos de celeste cargan a niñas vestidas de rosado y gritan arengas con megáfonos. Sobre ellos, unas letras blancas imponentes: ¡Feliz Día del Hombre! Pero lo mejor es el texto del tuit, un poema: “Felicitamos a todos los biológicamente hombres que defienden con valentía la verdad y el derecho de educar a sus hijos”... ¿Valentía frente a qué? No especifican. ¿Qué intriga? Al menos yo nunca he visto a un hombre en peligro por vestirse de celeste y marchar un jueves laborable a las 10 de la mañana. Vamos, si eso es riesgo, entonces ser biológicamente hombre y subir al Metropolitano al mediodía debe ser un deporte extremo del que ninguno saldrá vivo. Nunca lo había pensado. Pobres.

Interesante, también, la presencia biológicamente mujer y rosada de las congresistas Bartra, Salazar y Arimborgo, en horas en que les correspondía trabajar en el Congreso, pero bueno, todo sea por la alianza rosada-celeste-naranja. Y como en tiempo de guerra cualquier monstruo es soldado, entonces también vale usar, para la campaña contra la igualdad de... beeeeeep, a un congresista biológicamente hombre como Edwin Donayre, sentenciado por robarle al Estado peruano (que no irá a la cárcel porque el fujimorismo lo blinda), para hablar de tradición, entendiéndose como tal el machismo más salvaje... ¿Que no? Yo diría que sí, pues en junio de 2017, el superhéroe habló sobre la entonces ministra de Salud, Patricia García, de esta manera: “Señora, ¿no? Bueno señorita, ya. Sí, porque las vírgenes han pasado muchas Navidades, pero ninguna Noche Buena”. Ah, caramba... debe ser bien aventajado el congre para hablar así... ¿o será más bien un poco manicito y soy yo la que no entiende nada?... En todo caso, se trata de una bromaza de macho que se respeta, e ir contra ese tipo de humor sería estar a favor de la igualdad de... beeeeeeeep, y eso es pecado.

Lo único que me preocupa es que, con esto de hacerle guerra a la igualdad de... beeeeeeep, entonces el congresista Moíses Mamani nunca aceptará que cometió un delito, el colegio Markham seguirá siendo la cuna de la excelencia pese al caso Mackenzie y la niña de Ventanilla que tuvo que matar a su violador terminará encerrada en el correccional Santa Margarita, por igualada. A propósito, todo esto pasó durante la misma semana de la marcha contra la ideología de... beeeeeeep.

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