Yesenia Ponce (Geraldo Caso/Perú21)
Yesenia Ponce (Geraldo Caso/Perú21)

Ahora que hemos decidido reírnos de casi todo, nos vino a pelo el terremoto generado por la congresista Yesenia Ponce, en un audio difundido por Cuarto Poder, según el cual la China habría hecho una aparatosa pataleta porque no quería que la congresista ancashina presente una iniciativa parlamentaria para reactivar el proyecto Chinecas. Chinecas –que lo único feo que tiene es el nombre– es un proyecto de irrigación, como Olmos, como Chavimochic, que se planteó hace 68 años, durmió el sueño de la indiferencia, revivió con Humala y desde 2007 es potestad del Gobierno Regional de Áncash, pues al Gobierno Central solo le toca poner la plata.

Mientras Chinecas demora por mechas políticas y chanchullos que incluyen el tráfico de tierras por parte de ex gobernadores que hoy están presos, la oportunidad para todo el país –de miles de puestos de trabajo en su construcción y otros cientos de miles en los futuros fundos de agroexportación que el proyecto generará– se dilata hasta nuevo aviso. Y Áncash, naturalmente, arde. El Frente de Defensa del Santa quiere declarar persona non grata a la China por el supuesto audio y el pleno de regidores de la Municipalidad del Santa quiere declarar traidores a los congresistas fujimoristas Yesenia Ponce, Carlos Domínguez y María Melgarejo, a quienes acusa de haberse beneficiado, colocando a personas de su entorno en puestos claves del proyecto.

Lo intrigante es que la China anunció esta semana que no tiene nada contra el avance de Chinecas; por el contrario, que su bancada presentó el proyecto de ley 1149 en el mes de abril para darle prioridad. El detonante de la pataleta sería que Yesenia propuso su propio proyecto, el 1796, en agosto. Lo categórico es que ambos proyectos ya fueron descartados por el Ministerio de Agricultura, donde por estos días se discute más bien el 1368, de la congresista María Elena Foronda, también ancashina, pero no fujimorista sino del Frente Amplio, el mismo que está siendo respaldado por los demás congresistas fujimoristas ancashinos, como Carlos Domínguez, María Melgarejo y Gladys Andrade.

¿Qué habas y grillos se cuecen detrás de esta telenovela? Nadie sabe. Lo que a muchos nos resulta verosímil es la habitual rabieta de la China para postergarlo todo (incluso la libertad de su padre) y llevarse todos los méritos a partir de 2021, “cuando nosotros seamos gobierno”. Nótese que su oveja descarriada, la bocona Yesenia, no ha sido expulsada del partido pese a haber sido severamente vapuleada por los demás ovejunos pues, obviamente, si la botan del establo, lejos de disculparse con su “lideresa”, optará por vengarse.

TAGS RELACIONADOS