(Perú21)
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Ahora que se vienen las fiestitas del amor, reflexionemos sobre cosas importantes. Mientras veo desde la ventana, en la avenida Huaylas, un gigante anuncio de matrimonio comunitario, también descubro, oyendo la radio, que gracias a municipalidades como la de Chorrillos un niño puede morir en un parque porque el alcalde no piensa que las personas necesitan seguridad. No le vengan con mariconadas. Qué tiene que ver él con el arco de fútbol oxidado y maltrecho de la losa deportiva municipal que mató a un niño. Los vecinos le caen en mancha en la comuna, lo insultan, las madres de familia gritan de rabia. El tío de Julio César (8) lleva una cartulina con fotos del niño desde que era un bebé y reclama, sollozando: “Tiene 19 años gobernando y no ha sido capaz de arreglar los arcos ni los juegos”.

El alcalde Augusto Miyashiro, preguntado por 24 horas sobre esta situación, se encoge de hombros, frunce el ceño y responde (literalmente, puede verse en YouTube): “Lo que quieren es que saque los arcos y los juegos y, si me lo piden, yo los saco, normal, pero ellos han venido a fastidiar. Esa losa deportiva la hemos hecho con mi personal, la pista también, la iglesia católica también. Y mire todo el escándalo que arman. Yo sé que duele que un chico se haya caído pues, ¿no?”.

Permítame una corrección, señor Miyashiro, pero lo que se cayó fue el arco de fútbol. Se cayó sobre un niño y lo mató. No es que un niño se cayó en la losa y por eso las madres de familia lo odian a usted, no se confunda. Lo odian porque dejó, donde juegan todos los niños, un arco de fulbito inestable, corroído y oxidado. Algo que pesa mucho y que, mientras más pequeño sea lo que aplasta, más lo mata. ¿Que su personal lo ha construido, dice? Hable claro: ¿a qué llama “su” personal? ¿Al personal de la municipalidad? Si así fuera, ¿por qué dice “mi” personal? Chorrillos no es solo su distrito, la municipalidad tampoco es suya, y los fondos con los que cuenta para pagar a su personal, como usted lo llama, provienen de todos los chorrillanos.

Felizmente yo no vivo en Chorrillos, porque lo que usted hace es matar. Matar y quejarse porque le están haciendo mucho chongo, con lo cual demuestra estar tan corroído, oxidado, inestable y roto como sus arcos y columpios. Si después de 19 años gobernando como alcalde responde así, pues qué lástima, la alcaldía aparentemente no es lo suyo. Pero sobre todo qué lástima que el arco no se haya caído sobre usted. Un viejo arco de fútbol moribundo desplomándose sobre su creador. Qué poético.