Dios te salve, Amazonía. (EFE)
Dios te salve, Amazonía. (EFE)

Ayer, todos éramos amazónicos, el Papa era charapa y por culpa de la codicia, nuestros hermanos selváticos se estaban extinguiendo. Brilló, incluso, el resentimiento barato: “Recién ahora la gente de San Isidro se entera de que existe la selva y lo hace mirando su televisor”, tuiteó un politólogo.

Francisco transmite un mensaje de protección al planeta ante la amenaza del cambio climático y reconoce la importancia de conservar la Amazonía, cuyos bosques mitigan los efectos de este mal. Nuestra selva está habitada por sacerdotes dominicos, jesuitas, franciscanos, mercedarios y agustinos desde hace quinientos años. Ellos conocen la historia de nuestra gente y sus problemas ambientales. Quien piense que son unos evangelizadores fanáticos se equivoca, esos egos sucumbirían en la selva, donde una hormiga puede matar a un hombre en segundos.

Las carreteras han demostrado acelerar la deforestación de la Amazonía, como pasó en la comunidad de Iberia (Madre de Dios), al borde de la Interoceánica, que vio desaparecer 1,830 hectáreas de bosque entre 2013 y 2015. Aun así, los gobiernos regionales de Madre de Dios y Ucayali han promovido vías que afectan a áreas naturales protegidas.

Desde el Congreso también se han presentado iniciativas para declarar de interés nacional la construcción de carreteras en la Amazonía, como los proyectos de ley N° 75/2016-CR y el N° 1123/2016-CR. El primero busca priorizar la conectividad terrestre entre Puerto Esperanza (Purús, Ucayali) e Iñapari (Tahuamanu, Madre de Dios), lo que afectaría el Parque Nacional Alto Purús (legalmente de protección estricta) y la Reserva Territorial de Madre de Dios. El segundo declara de interés nacional la construcción de carreteras en zonas de frontera con Brasil y el mantenimiento de trochas carrozables en Ucayali, lo que pondría en riesgo a los Pueblos Indígenas en Aislamiento Voluntario.

El Ministerio de Transportes y Comunicaciones también es responsable, ya que aún no retira, de su Clasificador de Rutas, las rutas UC106, PE 5S o MD104, que atraviesan reservas indígenas y áreas protegidas.

Nuestro bosque amazónico abarca el 57% del territorio nacional. Tenemos más de 73 millones de hectáreas de selva, pero hemos perdido casi 2 millones durante los últimos 15 años. Los árboles son captadores de CO2. Su muerte por tala indiscriminada produce el 35% de las emisiones de gases de efecto invernadero del Perú, gases que son la principal causa del cambio climático, una amenaza para todos, el andino, el charapa, el sanisidrino y hasta el Papa.