La feria cuenta con actividades para todos los gustos. (Feria del libro Ricardo Palma)
La feria cuenta con actividades para todos los gustos. (Feria del libro Ricardo Palma)

Una frase muy trendy de los últimos años es “el peruano no lee”. Creo que el primer vicio, de una sentencia como tal, es la sustentación: el peruano no lee si lo comparas con Colombia, Chile, blah blah. Compararse es envidiar, es recelar, es pretender competir con otros en temas que recién estamos impulsando internamente.

Hace poco tuve la oportunidad de visitar la editorial más grande del Perú –a nivel de participación en el mercado– y supe que, solo este año, su catálogo abarca 160 títulos nuevos en español… Yo diría, pues, que alguien lee.

Ayer se inauguró la feria del libro La Independiente, de editoriales peruanas que no son transnacionales, pero tienen punche. Está en el Ministerio de Cultura, del 20 al 29, y nos permite conocer el trabajo de 40 editoriales peruanas independientes, 30 de Lima y 10 de regiones, ofreciendo 4 mil títulos, además de presentaciones y firmas de libros. En algunos de estos pequeños stands, incluso puedes pagar con tarjeta y a pocos metros tomarte un buen café, comerte algo rico o usar el cajero automático ubicado dentro del ministerio. Un evento gratuito, abierto a todos, que el año pasado congregó a 5 mil personas y que se celebró también en Juliaca.

También tenemos la Feria del Libro Amazónico en Iquitos y lo primero que ha llamado mi atención es el diseño del afiche, tan acertado a nivel simbólico y estético. Verdes, azules y fucsias sobre fondo negro y la silueta de un pescador que carga en su espalda un paiche cuya cabeza, cuerpo y cola están delineados en forma de libros a medio abrir. Ocho editoriales, cinco de ellas loretanas, presentaciones y actividades para niños, del 23 al 27 en la Dirección de Cultura de Loreto, en Iquitos. Hay alegría, hay color y sabor, hay inteligencia y generosidad. Provoca saber más. Bienvenida la iniciativa del loretano Rolando Riva, director de Cultura y diseñador del afiche, a quien le ha costado un gran esfuerzo conseguir auspicios, pero la hizo.

Los libros cuestan, sin duda, pero cuando se trata de ferias, no resultan más caros que salir a comer pollo a la brasa, y miles de peruanos van. El prejuicio mayor consiste en decir que van por curiosidad, o que compran pero no leen, como si tuviéramos el poder de meternos en sus mentes, hogares, habitaciones, mesas de noche y bibliotecas personales, para verificarlo. “Por eso el país está como está” es otra frase muy común, con la que cada vez me identifico menos. Los noticieros se encargan de mostrarnos el lado oscuro y ese es su negocio. Pero están pasando cosas muy buenas, no me canso de verlas ni de celebrarlas, que me disculpen los amargados.

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