(Foto: Presidencia de la República)
(Foto: Presidencia de la República)

-Lo más cuerdo ahora sería que el Congreso le retire la aceptación de su renuncia a Meche Araoz, vaque a Vizcarra (PPK salió por mucho menos), adelante la primera vuelta a febrero y ella se encargue de conducir al país a las elecciones. El agonizante Vizcarra es ya insostenible en el cargo con tantos meses por delante y no da tampoco garantías de un proceso limpio al estar desesperado por la certeza de que será detenido en cuanto deje el poder (Beatriz Merino tiene mucha razón en eso). Al Congreso no le conviene poner a uno de los suyos en el Ejecutivo, además de que con Araoz se cumpliría estrictamente con la sucesión constitucional y se evitaría una distorsión legal. Ella ha sido congresista, ministra (MEF, Producción y Comercio Exterior) y hasta premier, así que conoce de más el manejo del Estado. Y nadie puede acusarla de deshonesta. Pero el Perú no es cuerdo, así que esto es una quimera...

-He gozado con la indignación caviar en redes contra Thorndike por su áspera entrevista con el golpista presidente (que se pasó de caradura con esos cuadritos anteriores a los casos por los que se le acusa; esa fue una defensa tan fuera de sitio como la obvia pintada de pelo que se ha metido). A ver si reaccionaban así si el entrevistado era Alan o Keiko.

-El destacado abogado caviar José Ugaz, mandamás del Estudio Ugaz, apareció el domingo en LR, minimizando las acusaciones contra Vizcarra. El abogado de Vizcarra contra la vacancia fue Roberto Pereira, también del Estudio Ugaz. Habiendo precisamente sido Ugaz presidente de Transparencia Internacional y de la ONG local Proética, él más que nadie debió hacer un “disclosure” al público y advertir en la entrevista que el abogado de Vizcarra es nada menos que su socio. ¡Por la transparencia y ética que tanto siempre les reclama a los demás! Ugaz está como el cura Gatica del refrán: predica pero no practica.

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