(Foto: Renzo Salazar / @photo.gec)
(Foto: Renzo Salazar / @photo.gec)

Recojo párrafos de un estupendo artículo (“El Informante: Vizcarra confidencial”) de Ricardo Uceda publicado ayer en LR. ¡Solo faltaría que acusen a Uceda de conspirador!:

“Karem Roca se expresa con absoluta convicción sobre el rol del ministro Carlos Estremadoyro como ‘cajero’ del presidente. Esta palabra es repetida para referirse a un empresario, Claudio Vanini (…) que tendría una estrecha relación con Mario Vizcarra, hermano del mandatario (…). Vizcarra ha mantenido un control absoluto, obcecado y anormal, a través de allegados moqueguanos, sobre los ministerios de Vivienda y de Transportes y Comunicaciones. La prensa que no está enamorada con la imagen de Vizcarra como paladín de la lucha anticorrupción es remarcable, entre otros, el distinto ánimo de Panorama, que dirige Rosana Cueva, ha publicado informes parciales al respecto”.

“Pero ella asegura haber sido testigo de la relación estrecha, impropia, entre el presidente y la fiscal de la Nación, Zoraida Ávalos. Fruto de la misma habría sido la facilitación de un mayor presupuesto institucional y la priorización de denuncias ante el Congreso contra los parlamentarios Edgar Alarcón y Omar Chehade. Karem Roca sostiene, además, que el nombramiento de la esposa del fiscal José Domingo Pérez en Perú Compras fue un favor de Vizcarra. Pérez, como se sabe, investigó inicialmente denuncias que recibió Vizcarra por su gestión como gobernador en Moquegua. Pablo Sánchez, en la versión de Roca, también formaría parte del entorno palaciego”.

“¿De qué manera el Ministerio Público va a brindar garantías de una investigación independiente? Hay fuertes indicios de que oscila entre un sector corrupto y otro aliado del gobierno”.

“En un ambiente polarizado, las instituciones del Perú deben investigar una nueva corrupción, la de un cacique provinciano que accedió al poder por circunstancias únicas”.