(Martín Pauca)
(Martín Pauca)

Redacción PERÚ21

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César Salazarasalazar@peru21.com

Pietro Sibille es un apasionado de las obras de Shakespeare y de los personajes más demenciales como 'El Joker' de Batman. Con más de 15 años de trayectoria, el recordado protagonista de Días de Santiago ha podido encontrar un refugio en la actuación y controlar sus demonios internos.

¿Por qué te gustan los personajes tan disímiles como los que haces en la obra Ricardo III, que se presenta en el teatro La Plaza?Hacer tres personajes es un desafío. Interpreto a un asesino, a un obispo y al conde de Richmond. Es algo fascinante para todo actor.

¿De qué manera te preparas para evitar equivocarte?Me baso en lo que dice el texto. Te dice cómo es el personaje de acuerdo a su psicología y su historia. La construcción física también requiere de la cosecha del propio actor. Siempre intento transformarme físicamente… Creo en el hecho de que el personaje se encarna en el actor y no al revés.

¿El teatro se ha convertido en un refugio para ti?He tenido más propuestas de teatro y estoy muy feliz por ello. Regresar a las tablas ha sido muy satisfactorio. He tratado de elegir bien mis personajes en teatro y en televisión. Intento que sean muy cambiantes. Mientras más locos, más atractivos.

¿A qué se debe tu gran admiración por 'El Joker'? ¿También tienes tu lado oscuro?'El Joker' que personificó Heath Ledger en Batman me parece genial, pero no supera al de Jack Nicholson que fue brillante. Mi admiración por el personaje empezó cuando vi a Nicholson y me quedé fascinado. Ya amaba a Nicholson desde que lo vi en El resplandor.

Hace varios años me dijiste que tenías muchos demonios dentro. ¿Ya has podido controlarlos?He conseguido tenerlos dominados, que estén tras las rejas, enjaulados y enmarrocados, pero a veces rompen las cadenas. Es una lucha constante… Ahora estoy tranquilo y estable. He trabajado mucho en eso todos estos años.

¿Cómo los estás controlando?Hay varias maneras de controlarlos, ya sea con terapias psicológicas y con un trabajo constante. Es muy duro.

Te debe haber ayudado mucho encontrar tu camino en la actuación porque llegaste hasta a encerrarte y deprimirte…Totalmente. Antes me creía un completo inútil y ahora me gusta lo que hago. Me gusta saber que hago bien mi trabajo y amar mi profesión. He conseguido sentirme bien conmigo mismo.

¿Por qué consideras tan dañina la televisión?Es muy artificial y falsa. Es fácil salir en televisión ahora, cualquier idiota puede hacerlo. Se hace personaje con cada payaso o filibustera.

¿Te llegaste a pelear con la televisión y por eso estuviste años sin aparecer luego de La gran sangre?Nunca me he peleado con la televisión, pero lamentablemente hay mucha basura en la programación. Casi todo lo que vemos es basura. Puede ser muy engañosa y darte mucha popularidad en un momento, pero cuando acaba la buena racha y no eres un buen actor puedes pasar al olvido.

¿Crees que a veces contratan a modelos como actores?Lamentablemente, los contratan para pagarles menos, en vez de contratar a actores profesionales de trayectoria. Lo hacen por ahorrar dinero.