Tufillo chavista. (EFE)
Tufillo chavista. (EFE)

Ya pasó casi un mes desde que Verónika Mendoza y Gregorio Santos anunciaron desde el Cusco que lucharán para iniciar un proceso constituyente en el país, con la intención de redactar una nueva Carta Magna que le permita al Estado proteger los recursos naturales y los derechos de los peruanos.

Según el propio Goyo, están dispuestos a ponerse “en el llano como soldados” para así poder salvar a la patria. Como esta retórica tiene un escandaloso tufillo chavista, es de suma importancia analizar los resultados de la gran revolución bolivariana en los últimos años.

La semana pasada se publicaron los resultados de la Encuesta Nacional de Condiciones de Vida de la Población Venezolana de 2017, la cual es desarrollada por las tres universidades más prestigiosas de Venezuela.

Los resultados, como era de esperarse, son catastróficos. Por ejemplo, con relación a la pobreza, mientras que nosotros (con nuestras marchas y contramarchas) vimos que nuestro nivel de pobreza pasó de 23% en 2014 a 21% en 2017, en Venezuela la población pobre se incrementó de 48% a 87% en el mismo periodo.

De igual manera, con relación a la disponibilidad de alimentos, el 89% de los venezolanos asegura que su ingreso es insuficiente para poder alimentarse. Tal es el caso que el 63% de los venezolanos adultos se vio obligado a reducir o saltarse comidas. No por nada en los últimos 3 años el 64% de adultos perdió en promedio 11.4 kg de peso.

Para aquellos que son afines a las ideas de Vero y Goyo y que creen que lo que necesita el Perú es un proceso constituyente: ¿realmente creen que los 644 mil venezolanos que abandonaron su país en los últimos dos años lo hicieron gracias a la bonanza que generó la revolución bolivariana? Por favor.