La economía peruana es pequeña, pues solo produce el 0.3% de lo que el mundo produce; al estar abierta al resto del planeta, su desempeño depende crucialmente del comportamiento de la economía mundial. Podemos imaginar a esta última como un tren en el que las locomotoras son China, Estados Unidos y la eurozona, pues juntas producen más del 50% del PBI mundial. Perú es un vagón. Esto significa que nos movemos al ritmo de las locomotoras, en especial de China y Estados Unidos.
¿Cómo se ve la economía mundial en 2025? Primero, entre 2000 y 2019 creció 3.7% como promedio anual; para 2025 se proyecta 3.3% de crecimiento. Segundo, China es clave para la evolución de Perú. Entre 2003 y 2011 China creció, en promedio, 12% cada año y Perú lo hizo 6%; entre 2012 y 2019 China lo hizo a 6% y Perú, 3%. Nuestra economía creció, en general, la mitad de lo que creció China. Hay que mencionar que China espera un crecimiento promedio de 4.9% entre 2024 (aún no está la cifra definitiva) y 2026.
Tercero, la eurozona se ve un poco mejor, pues, luego de crecer 0.4% en 2023, se esperan cifras de alrededor de 0.8%, 1.0% y 1.4% en 2024, 2025 y 2026, respectivamente. Cuarto, India proyecta un crecimiento de 6.5% para cada uno de los años mencionados. Esta es una economía a la que podríamos acercarnos más.
Quinto, ¿qué pasará con Estados Unidos ahora que comenzó el gobierno de Trump? En 2023 creció 2.9%, en 2024 se espera 2.8% y antes de las políticas que implementará Trump, 2.7% y 2.1% en 2025 y 2026, respectivamente. Veamos los efectos económicos del triunfo de Trump.
Uno, anunció una elevación de aranceles a diferentes países del mundo, entre ellos, México, Canadá y China. Esto afecta a Perú. Del total exportado por Perú a China, el 95% son metales y harina de pescado. Si China crece menos, dado que su principal mercado, que es Estados Unidos, pone trabas al ingreso de sus productos, podría reducirse la demanda por metales, que son insumos para la producción de bienes finales en China.
Dos, el efecto anterior puede compensarse por la reducción de impuestos a las empresas, planteada por Trump, pues esto haría que aumente la demanda por exportaciones peruanas, dado el mayor crecimiento de Estados Unidos. Agroindustria podría beneficiarse. Las ventas a los Estados Unidos son mucho más diversificadas si las comparamos con la concentración de las exportaciones a China.
Tres, la mayor desregulación propuesta por Trump acelerará el crecimiento de Estados Unidos. Sin embargo, los temores al impacto inflacionario que tenga esa tendencia tardarían la reducción de tasas de interés de la FED y, por lo tanto, el recorte de tasas en Perú. Así las cosas, podría esperarse dos o tres recortes en 2025, y no más. ¿Por qué? El crecimiento normal (potencial) de Estados Unidos es 1.8%; las medidas de Trump lo llevarían a 2.6% o 2.8% con las evidentes presiones inflacionarias.
Cuarto, la expulsión de inmigrantes, tema sobre el que ha insistido más, reducirá la mano de obra en los Estados Unidos y, por ende, elevará el costo laboral y con ello aumentarán las presiones inflacionarias. Además, afectaría de manera negativa el envío de remesas a Perú.
Así las cosas, aunque hay que esperar el detalle de las medidas, podemos suponer un crecimiento mundial más lento y como consecuencia la economía peruana, que espera una cifra en torno de 3% para 2025, podría verse afectada.