Tópico de cáncer

El errático curso de Essalud alcanzó esta semana un nuevo hito negativo. Si con el cambio de Gobierno las coberturas para seguir combatiendo a la pandemia fueron insuficientes y a menudo plagadas de irregularidades, ahora se confirma también que han abandonado a su suerte a los pacientes oncológicos en su red de hospitales.

Según informó la Contraloría, hay desabastecimiento de 59 medicamentos, y 41 de ellos están en stock crítico; es decir, alcanzarán solo para unos 60 días. Una carencia que deja en condiciones de extrema vulnerabilidad a miles de asegurados que, pese a haber pagado largos años por el servicio, reciben pésima atención cuando acuden a sus citas o emergencias.

Todo debido a la mala gestión de la entidad, copada por personal con cero calificaciones –el carné de Perú Libre parece pesar más que cualquier trayectoria profesional– y sin experiencia para negociar o concretar compras importantes, llegando incluso a poner como pretexto, para justificar su lenidad y pobrísima capacidad de reacción, la guerra entre Rusia y Ucrania.

Y ello, en un contexto de denuncias por coimas, jefaturas cuestionadas y directores defenestrados, que agudizan una sensación de caos de la que los propios asegurados pueden dar fe. En hospitales nacionales como el Edgardo Rebagliati, el Guillermo Almenara y el Alberto Sabogal –que además son los llamados a distribuir la medicación faltante– el deterioro en la atención, las aglomeraciones, las colas en los servicios y la falta de material sanitario se han hecho pan de cada día luego de la crisis y el desgaste ocasionado por la pandemia.

Precisamente por ese desgaste es que, amén de los temas relacionados con la compra de vacunas y la inmunización masiva, una de las prioridades del Gobierno debió ser el apuntalamiento del sistema de seguridad social en el país, llevado al límite de sus recursos por la plaga. Sin embargo, a Castillo y a los suyos –como parte de la repartija del poder con Perú Libre– no se les ocurrió mejor idea que entregar el sector Salud nada menos que a Vladimir Cerrón.

Pues bien, señor presidente, los resultados están a la vista.