Colectivo Con Mis Hijos No Te Metas hará plantón en la plaza San Martín.
Colectivo Con Mis Hijos No Te Metas hará plantón en la plaza San Martín.

En su columna del domingo, Alfredo Bullard argumentó a favor del derecho que tienen los padres a decidir sobre la educación de sus hijos y en contra de que el Estado defina lo que se enseña en los colegios. Señala que el problema no es la mal llamada “ideología de género”, sino la “tiranía de la estatización educativa” que limita la libertad de los padres. Es una forma de decir: “con mis hijos no te metas”.

Un asunto que olvida este tipo de argumentación individualista es que las libertades se practican en un entorno social, donde se espera que existan valores compartidos como la no violencia, la no discriminación y la tolerancia. No somos individuos que vivimos en un vacío, sino en un contexto específico que, en el caso peruano, es uno explícitamente machista y misógino. ¿Un padre es libre de decidir si su hijo será educado para no ser un matón? Si viviese en un colectivo aislado con reglas distintas, quizá, pero al vivir en nuestra sociedad, lo dudo. No se trata solo de él o ella, sino de las personas a su alrededor. Y este es el tema de fondo.

Que un país que pretende tener una identidad nacional comparta una serie de valores nunca ha sido cuestionado. Tampoco que existan requisitos mínimos para la educación. Solo la aparición de este nuevo discurso recalcitrante ha puesto el tema en agenda. Justamente por eso, ante el embate, se vuelve más urgente todavía la defensa del fin público de la educación.

Lo último que falta es que el movimiento anti Estado se monte sobre la coyuntura para debilitar más nuestro precario sistema educativo, reviviendo el argumento que el propio Bullard usó tiempo atrás: “La educación pública limita el espacio del crecimiento de la educación privada”. Someter la educación a los ingresos familiares, ya hemos visto, no funciona para la mayoría.