(Perú21TV)
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Una de las formas más usadas para sacarle la vuelta a la regulación estatal son las acciones de amparo. Ejemplos de caseritos del abuso de ese mecanismo constitucional son los microbuseros que por años han buscado operar en Lima con permisos bambas de Huarochirí, así como los dueños de casinos y tragamonedas que han buscado saltarse normas municipales y tributarias. Es un tema harto discutido, pues siempre ha existido un juez dispuesto a darles luz verde para que operen libremente sin sujetarse a los reglamentos ni pagar impuestos. Pero los tiempos han cambiado y ya no parece necesario contactar a jueces dispuestos a deformar la figura del amparo, sino que más efectivo resulta tocarle la puerta a algún congresista servil para que apruebe la norma perfecta que regrese todo a foja cero. ¿De qué otra forma se puede entender el esfuerzo del aprismo y fujimorismo por eliminar el impuesto selectivo al consumo a casinos y tragamonedas recientemente aprobado?

El argumento de que la medida es inconstitucional es muy débil. Sobre todo, cuando las loterías, bingos, rifas, sorteos y eventos hípicos ya pagan un impuesto similar. En todos esos casos, este es cargado al consumidor.

Lo más paradójico es que quienes buscan derogar este impuesto son los mismos que no vieron problemas en aprobar la ley inconstitucional para controlar la publicidad estatal o la que pretendía recortar prerrogativas presidenciales. Son los mismos que también intentaron derogar la ley del libro y cortar los beneficios a la cultura. No toma demasiado esfuerzo detectar el patrón.

*Mucho respeto al estudiante PUCP que fue hasta la última instancia para la devolución de pagos ilegales. Lo mismo para los que luego se sumaron. La PUCP debe asegurar que injusticias así no se repitan.