Jorge Barata
Jorge Barata

Como el propio presidente Kuczynski lo señaló, y con resignación, Jorge Barata tiene hoy “las llaves de la política del Perú en sus manos”. Es lamentable tener que aceptar que el ex directivo de Odebrecht puede poner en jaque a nuestro establishment e incluso al actual gobierno, que podría derrumbarlo si involucra aún más a nuestro jefe de Estado. A la vez, sin embargo, es positivo que sepamos qué funcionarios y candidatos presidenciales se dejaron corromper para beneficiar a la firma con la adjudicación de obras públicas.

El ex ejecutivo debe responder a los fiscales peruanos más de 100 interrogantes. Al margen de estas preguntas y luego del interrogatorio a Marcelo Odebrecht, es claro que Barata debe esclarecer, en primer orden, si Alan García y Ollanta Humala recibieron dinero y las circunstancias en que lo hicieron: si fue en campaña o durante sus gestiones (megaproyectos viales y gasíferos) y cómo se realizaron los pagos. En el caso de Humala, el propio Barata ya había detallado en un anterior interrogatorio la entrega de los US$3 millones.

Además, se debe requerir al brasileño a que diga qué servidores de rangos menores, árbitros e instituciones que intervinieron en laudos se favorecieron también con las coimas y si la contratación de parientes de políticos en la empresa era una manera de agradecimiento.

Sobre PPK, debe indicar si la constructora le financió sus campañas, si contrató a su empresa Westfield por la influencia que tenía este como ministro, si Kuczynski coordinó las asesorías usando a Sepúlveda, o a las compañías de este (First Capital), como pantalla, etc.

Respecto a Keiko Fujimori, Barata debe señalar si ella pidió o aceptó algún aporte de Odebrecht, si sus contactos en Lima se reunieron o no con dirigentes de Fuerza Popular en plena contienda electoral. Recordemos que el mismo ex directivo aseguró que la compañía estaba del lado de Fujimori en 2011.

Barata dirá todo, como lo aseguró su abogado a La República. Pero no solo debe decirlo, sino también aportar evidencias y rutas del dinero, y no omitir información, como ocurrió con las cuentas abiertas en la Banca de Andorra a funcionarios apristas y de Susana Villarán, sobre la cual nos enteramos gracias a una investigación del diario El País, que sorprendió al propio Hamilton Castro.