(USI)
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Una rápida inspección por la zona urbana de Piura nos ha permitido constatar que hay un cierto impulso en la reconstrucción de la infraestructura vial tras los efectos devastadores del fenómeno El Niño costero.

La construcción de un nuevo puente sobre el río Piura para descongestionar el ya progresivo tráfico de la ciudad y la continuación acelerada de la modernización de la Av. Sánchez Cerro lucen como las próximas obras emblemáticas, aunque otras igual o más importantes son la reconstrucción de la vía Sullana-Talara, importante eje para el desarrollo turístico, y la construcción del nuevo hospital de Piura. La infraestructura de riego de toda la región aún espera también la ejecución de las obras programadas.

Quisiéramos creer que los trabajos observados son parte de la decisión del Gobierno de priorizar la reconstrucción del norte del país, motivado, además, porque ello podría agregar, aunque sea mínimamente, alguna mejora en la reactivación del PBI.

Sin embargo, preocupa que este atisbo de reacción se diluya en el tiempo si es que no hay una política de seguimiento de las acciones. El premier César Villanueva sostuvo en una entrevista que hará evaluaciones semestrales con el jefe de la Autoridad para la Reconstrucción con Cambios.

Consideramos que el funcionario de esta autoridad debe rendir cuenta mensual al premier y al presidente de la República y, para tal efecto, debe exigir a los gobiernos subnacionales involucrados en las tareas de reconstrucción de las cuatro regiones más golpeadas por El Niño costero (Tumbes, Piura, Lambayeque y La Libertad) informes periódicos del avance. Podrían, incluso, premiar los logros con desembolsos presupuestales más rápidos (gestión por resultados).

Han transcurrido ya 15 meses desde que ocurrieron los desastres naturales y el Gobierno tiene la gran oportunidad de hacer suya la bandera de la reconstrucción. Ingeniero civil de construcción, Vizcarra podría erigirse en el ‘Techito Bruce’ del norte. Solo depende de él y de sus ministros.