Jorge Barata
Jorge Barata

Jorge Barata culminó ayer las diligencias pendientes con los fiscales peruanos y las consecuencias de sus palabras han sido inmediatas: el terremoto provocó que toda la clase política sea remecida y que hasta el presidente Kuczynski, uno de los que aludió en su último interrogatorio, saliera a responderle. En general, el empresario ha golpeado fuerte con sus declaraciones a todos los últimos jefes de Estado que nos han gobernado y a líderes como Keiko Fujimori que juraban que sus campañas estaban limpias del dinero corrupto de Odebrecht. Veamos.

Empecemos con Kuczynski. Según Barata, Odebrecht le entregó US$300 mil a Susana de la Puente, hoy embajadora del Perú en Reino Unido, para que financie la campaña presidencial de PPK en 2011. La cercanía de De la Puente con el mandatario es evidente, con el que tiene en común ser reconocidos banqueros. Incluso, la funcionaria aportó S/181 mil a la última campaña de PPK, según la ONPE. La funcionaria, en su defensa, dijo que esa afirmación es falsa y Kuczynski alegó que los recursos los manejó la coalición de partidos que respaldó su candidatura (PPC, APP, Partido Humanista).

Sobre Alan García, Barata aseguró que entregó US$200 mil en aportes a su campaña de 2006 y que lo hizo a través de Luis Alva Castro. En respuesta, García negó tal versión y replicó que ni a su campaña ni al Partido Aprista ingresó dinero de Odebrecht. Esa versión, sin embargo, parece estar devaluándose como el inti en su primer gobierno. Alva Castro, en tanto, guardó silencio. ¿Se inmolará como Mantilla?

En referencia a Humala y Toledo, el ex ejecutivo brasileño ratificó el aporte de US$3 millones al humalismo en 2011, y reveló que al segundo le entregó US$600 mil más en el mismo año. Antes ya había señalado que Toledo recibió US$20 millones a cambio de la IIRSA Sur. Susana Villarán también quedó sin careta. Barata confirmó que respaldó su campaña del No. Y lo más grave: siendo funcionaria pública.

Pero la contundente revelación llegó sobre Keiko Fujimori. Barata dice que entregó, en dos armadas, US$1 millón al ex secretario general de FP Jaime Yoshiyama y US$200 mil al ex ministro fujimorista Augusto Bedoya para las actividades proselitistas. Pese a esto, Keiko negó las aseveraciones y dijo que ambos deberán aclarar las imputaciones. Quizá lo dijo porque estos dos ya están fuera del país.