PPK, Martín Vizcarra y Mercedes Aráoz (USI)
PPK, Martín Vizcarra y Mercedes Aráoz (USI)

“Pedro Pablo Kuczynski sigue siendo el líder del partido (Peruanos por el Kambio)”, dijo esta semana el congresista Juan Sheput, el oficialista que desde que el ex mandatario asumió la Presidencia, en julio de 2016, se convirtió en su principal defensor desde el Parlamento. Sheput solía cuestionar a ministros y autoridades de gobierno, pero cuidaba de la imagen de Kuczynski. En ese sentido, era el mejor y quizá único operador político que tenía PPK en el Congreso. Tras varios días de la forzada renuncia del ex mandatario, el parlamentario aún lo tiene presente y le muestra su lealtad al mantenerlo vigente en la política. Pero lo cierto es que la carrera política de PPK es casi ya un capítulo cerrado en el país. Y no necesariamente por su edad, sino por la forma como cayó su gobierno.

Kuczynski vive días igual de intensos que cuando tenía las riendas del país. Pero ahora no es Fuerza Popular, el Apra y la izquierda los que están frente a él, sino la justicia. Sin la inmunidad que le otorgaba el puesto de jefe de Estado y sin la posibilidad de salir del país por 18 meses, a PPK solo le queda colaborar con el Ministerio Público. El economista de 79 años tiene tres casos sobre su espalda por los que debe responder: los negocios que su empresa Westfield Capital hizo con Odebrecht, la concesión sin licitación que suscribió, en 2004, siendo ministro con el consorcio Camisea (en el que participaba una firma a la que él había asesorado un año antes) y los ‘kenjivideos’. Aunque por este último aún no es investigado, las autoridades fiscales sospechan que pudo estar detrás del ofrecimiento de prebendas a congresistas para salvarse de la vacancia.

Pero además de esa pesada mochila judicial, PPK demostró que nunca tuvo manejo político para sortear las embestidas de sus oponentes, a quienes tildó de “delincuentes” después de dimitir.

Ni siquiera supo manejar a su propia bancada. Se le fueron tres sin hacer el mayor esfuerzo por retenerlos. Lo que cuenta Guido Lombardi en esta edición describe bien la dejadez del supuesto líder del partido. “En este año y medio, no solo no me han invitado para ser parte del partido, sino que ni siquiera hubo una invitación a una actividad partidaria”, indicó.

Así las cosas, no imaginamos en PPK un liderazgo que trascienda como el de García en el Apra, Belaunde en AP, Lourdes Flores en el PPC o del propio Alberto Fujimori en el fujimorismo.